Este viernes, Francia se enfrenta a una situación caótica en su red ferroviaria de alta velocidad debido a un boicoteo organizado que ha provocado cancelaciones masivas y retrasos en los trenes. Este problema ha surgido en un momento culminante, ya que coincide con la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos y con la salida y entrada de vacaciones de verano. Se espera que estos problemas de circulación duren todo el fin de semana, lo que afectará a cientos de miles de viajeros.
La empresa nacional francesa de ferrocarril (SNCF) ha informado de un «boicoteo masivo» que tiene como objetivo agarrotar la red de trenes de alta velocidad. Tres de las cuatro principales líneas de París se han visto afectadas, lo que ha generado graves problemas de tráfico y retrasos en los viajes. Se estima que alrededor de 800.000 viajeros se verán afectados en los próximos días.
Las líneas más afectadas son las que conectan con el norte, oeste y este de Francia, incluyendo destinos como Londres, Bruselas, Ámsterdam, Alemania, Bretaña, Burdeos, Estrasburgo y Frankfurt. La Justicia y los servicios secretos están investigando este boicoteo, que ha sido calificado como un acto criminal por parte del gobierno francés.
La Fiscalía de París ha anunciado que centralizará las investigaciones por los ataques denunciados por la SNCF. Se están investigando delitos como el deterioro de bienes que afecta los intereses fundamentales de la nación, degradaciones en banda organizada, ataques a un sistema de tratamiento automatizado de datos y asociación de malhechores. Estos delitos están castigados con penas de entre 10 y 20 años de cárcel y multas de entre 150.000 y 300.000 euros.
El primer ministro en funciones, Gabriel Attal, ha asegurado que «las consecuencias para la red ferroviaria son enormes y graves» y que los servicios de inteligencia están trabajando para encontrar y castigar a los responsables de estos actos criminales. La presidenta de la región parisina, Valérie Pécresse, ha denunciado que se trata de «un experiencia de desestabilización» del país en un momento tan importante como la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.
Ante esta situación, las autoridades han pedido a los viajeros que tengan previsto viajar en tren que eviten dirigirse a las estaciones de TGV hasta recibir un aviso por SMS. La SNCF también ha recomendado a los viajeros que no han recibido un correo electrónico o SMS confirmando su viaje que eviten presentarse en las estaciones, ya que su tren no circulará.
Las estaciones del Norte, del Este y de Montparnasse han sido las más afectadas, con miles de viajeros atascados desde la mañana. El cuarto eje de TGV de París, el sureste, se salvó gracias a la rápida actuación de los vigilantes que pusieron en fuga a los saboteadores. Sin embargo, la presidenta regional ha informado que hay alrededor de 250.000 viajeros afectados solo en el día de hoy.
Los planes de viaje de unos 800.000 veraneantes franceses se verán alterados este fin de semana debido a estos boicoteos. El director de la SNCF, Jean-Pierre Farandou, ha calificado este día como «triste» ya que las familias serán las más afectadas. Además, los trenes Eurostar que conectan Londres con París también se han visto afectados, con cancelaciones y retrasos debido a los ataques.
Los boicoteos parecen ser planeados y cuidadosamente dirigidos contra puntos estratégicos de la red ferroviaria. El ministro de Transportes, Patrice Vergriete, ha