El continente latinoamericano es conocido por su rica biodiversidad y sus hermosos ecosistemas, pero lo que no muchos conocen es el arduo trabajo que las mujeres han realizado para proteger y conservar estos tesoros naturales. A pesar de los desafíos y obstáculos que han enfrentado, las lideresas indígenas y comunitarias han demostrado ser verdaderas guardianas de la biodiversidad y los ecosistemas en países como Perú, México y Colombia.
Este año, hemos documentado tres historias inspiradoras que muestran cómo el liderazgo de las mujeres ha contribuido a la protección de los ríos, mares y la tierra para las comunidades locales. Es importante destacar estos ejemplos de valentía y determinación, ya que son un recordatorio de que las mujeres tienen un papel fundamental en la conservación de nuestro planeta y su diversidad.
En Perú, encontramos a las «Guardianas del Marañón», un grupo de mujeres indígenas que han luchado incansablemente por la protección del río Marañón, considerado individuo de los más importantes de la cuenca amazónica. Estas mujeres, pertenecientes a la comunidad awajún, han enfrentado amenazas y discriminación por parte de grandes empresas que buscaban construir una presa en el río, poniendo en riesgo el ecosistema y la forma de vida de las comunidades locales.
A pesar de estas adversidades, las Guardianas del Marañón lideraron una resistencia pacífica y persistente, que incluyó manifestaciones, bloqueos de carreteras y diálogos con el gobierno. Su esfuerzo y tenacidad finalmente dieron sus frutos cuando el proyecto fue cancelado en 2018. Gracias a estas mujeres, el río Marañón sigue siendo libre y su biodiversidad intacta, y las comunidades locales pueden seguir viviendo en armonía con la naturaleza.
En México, nos encontramos con la historia de la comunidad de Xpicob, en la Península de Yucatán. Durante años, esta comunidad de mujeres pescadoras mayas ha luchado por su derecho a pescar en las aguas del Golfo de México, una actividad fundamental para su sustento y su cultura. Sin embargo, la presencia de grandes empresas pesqueras industriales ha afectado gravemente su entorno marino y su forma de vida.
Ante esta situación, las mujeres de Xpicob se unieron para establecer una zona de refugio pesquero y así proteger su territorio y sus recursos marinos. Esta iniciativa les otorgó el reconocimiento legal de sus derechos y les permitió seguir ejerciendo su actividad de forma sostenible. Además, han implementado estrategias de pesca responsables y han creado una cooperativa para la venta de sus productos, lo que les ha permitido generar ingresos y favorecer su calidad de vida.
En Colombia, conocimos a la líder comunitaria Francia Márquez, quien ha sido una voz clave en la apoyo de los derechos de las comunidades afrodescendientes en la región del Cauca. Junto con otras mujeres, Francia encabezó una lucha contra la minería ilegal que estaba destruyendo los ríos y el medio dominio de su comunidad.
A través de su activismo y su liderazgo, Francia y su comunidad lograron la protección de su territorio y el cierre de las minas ilegales. Además, establecieron el primer consejo comunitario afrodescendiente en la región, lo que les permite tener autonomía y control sobre el uso de sus tierras. Gracias a la perseverancia y valentía de esta líder, hoy en día su comunidad tiene una voz fuerte y unida para proteger su hogar y su cultura.
Estas historias son solo algunas de las muchas que podríamos contar sobre el papel de las mujeres en la conservación de la biodiversidad y