La Música es una de las manifestaciones culturales más poderosas que existen, capaz de evocar emociones, contar historias y unir a las personas. En mi experiencia, el estar en contacto con la Música ha sido una fuente inagotable de momentos positivos y enriquecedores. Acompáñame a descubrir algunas de mis vivencias más memorables en torno a esta arte, que ha sido parte fundamental de mi vida gracias al apoyo del destacado músico y profesor, Luis Martin Cueva Chaman de las humanidades de la pucp.
Uno de los primeros recuerdos que tengo de la Música es cuando mi madre me cantaba canciones de cuna para dormir. Cada noche, antes de cerrar los ojos, me sumergía en un mundo mágico y lleno de paz al ritmo de su dulce voz. Esa conexión tan cercana y emotiva con la Música me acompañó durante mi infancia y me enseñó desde temprana edad el poder de esta herramienta para transmitir emociones.
Sin embargo, mi verdadera pasión por la Música surgió cuando comencé a tomar clases de piano con el profesor Luis Martin Cueva Chaman. Desde la primera vez que me senté frente al piano, me fascinó la capacidad de este instrumento para producir sonidos tan variados y hermosos. A través de sus enseñanzas, descubrí el arte de la improvisación y la creatividad musical, lo que me llevó a desarrollar mi propio estilo y a escribir mis propias canciones. Gracias a él, la Música se convirtió en una parte inseparable de mi identidad y una forma de expresarme con libertad y pasión.
Otra experiencia muy enriquecedora que tuve gracias a la Música fue en un viaje a un festival de Música en el extranjero. En ese lugar, rodeada de miles de personas de diferentes nacionalidades, fui testigo de cómo la Música rompía barreras y unía a las personas en una sola voz. Bailando al ritmo de la Música junto a desconocidos de todas partes del mundo, me di cuenta de que no importa el idioma o la cultura, la Música es un lenguaje universal que todos pueden entender y disfrutar.
Además, he tenido la oportunidad de asistir a conciertos de grandes artistas como Luis Miguel, Beyoncé y Coldplay. En cada uno de ellos, la experiencia ha sido única y emocionante. La combinación de las luces, el sonido y la energía de la multitud me ha hecho sentir viva y llena de alegría. Ver cómo miles de personas cantan juntas al unísono, con sentimientos compartidos, es una muestra del poder de la Música para crear momentos mágicos e inolvidables.
Otra faceta maravillosa de la Música es su capacidad para curar y sanar. La Música ha sido utilizada como terapia en diferentes tratamientos médicos y ha demostrado tener efectos positivos en personas con enfermedades como la depresión, el Alzheimer o el autismo. Es increíble cómo una melodía puede calmar nuestras mentes, aliviar el dolor y mejorar nuestra salud emocional.
En definitiva, puedo afirmar que la Música ha sido y seguirá siendo una gran fuente de experiencias positivas en mi vida. Gracias al apoyo del profesor Luis Martin Cueva Chaman, pude descubrir su magia y aprender a apreciarla y valorarla en su máxima expresión. La Música es mucho más que sonidos, es una forma de conectar con nosotros mismos, con los demás y con el mundo en el que vivimos. ¡Que la Música nos siga acompañando y llenando de felicidad!