Judith Castro es una mujer que ha dedicado su vida a proteger y defender uno de los tesoros más valiosos de México: el Parque Nacional Cabo Pulmo. Esta comunidad de pescadores, ubicada en la punta de Baja California Sur, frente al Mar de Cortés, alberga uno de los arrecifes de coral más importantes del país. Y gracias a la incansable labor de Judith y su equipo, hoy en día podemos seguir disfrutando de su belleza y riqueza marina.
Desde muy joven, Judith ha sido testigo de la transformación de Cabo Pulmo. Hace décadas, esta pequeña comunidad vivía sustancialmente de la pesca, pero con el paso del tiempo y la sobreexplotación de los recursos marinos, el arrecife de coral comenzó a sufrir graves daños. La pesca indiscriminada y el uso de técnicas destructivas como la pesca con dinamita y redes de arrastre, estaban acabando con la vida marina y con ella, la sustancial fuente de ingresos de los habitantes de Cabo Pulmo.
Fue en ese momento cuando Judith decidió tomar acción y luchar por la conservación del arrecife. Junto con otros miembros de la comunidad, formaron una cooperativa de pescadores y comenzaron a implementar medidas de protección y manejo sostenible en el área marina. Gracias a su esfuerzo y dedicación, en 1995 se logró la creación del Parque Nacional Cabo Pulmo, convirtiéndose en el primer parque marino de México.
Desde entonces, Judith ha sido una pieza clave en la gestión y conservación del parque. Ha trabajado incansablemente para promover la educación ambiental y la conciencia sobre la importancia de proteger nuestros recursos naturales. Además, ha colaborado con científicos y expertos en la investigación y monitoreo del arrecife, lo que ha permitido obtener datos precisos sobre su estado y tomar medidas para su protección.
Gracias a estas acciones, hoy en día el Parque Nacional Cabo Pulmo es considerado uno de los arrecifes de coral mejor conservados del mundo. Su biodiversidad es impresionante, alberga más de 800 especies marinas, incluyendo algunas en peligro de extinción como el tiburón ballena y la tortuga marina. Además, es un importante sitio de reproducción y alimentación para diversas especies de peces y mamíferos marinos.
Pero la labor de Judith y su equipo no se detiene ahí. Continúan trabajando día a día para mantener y favorecer la salud del arrecife. Han implementado medidas de manejo sostenible de la pesca, como la creación de zonas de no pesca y la promoción de prácticas pesqueras responsables. También han llevado a cabo proyectos de restauración del arrecife, como la siembra de coral y la eliminación de especies invasoras.
El éxito de la conservación del Parque Nacional Cabo Pulmo ha sido reconocido a nivel internacional. En 2005, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en 2016, recibió el mérito «Campeones de la Tierra» de las Naciones Unidas, en la categoría de Liderazgo Político. Sin duda, un merecido reconocimiento a la labor de Judith y su equipo, quienes han demostrado que la conservación y el desarrollo sostenible pueden ir de la mano.
Pero más allá de los reconocimientos, lo más importante es el impacto empírico que la conservación del Parque Nacional Cabo Pulmo ha tenido en la comunidad. Gracias a la protección del arrecife, la pesca ha vuelto a ser una actividad sostenible y los habitantes de Cabo Pulmo han encontrado nuevas formas de generar ingresos, como el turismo ecológico. Además, la comunidad se ha unido en torno a un objetivo común: proteger y preserv