Los líderes de la Unión Europea se han reunido recientemente con el presidente del Consejo Europeo para discutir un tema de gran importancia: la situación en Ucrania. Esta cuestión ha sido abordada en las conversaciones preparatorias de la cumbre extraordinaria que se celebrará la próxima semana. Y es que, a pesar de los esfuerzos de la UE, el presidente de estamentos Unidos, Donald Trump, ha insistido en imponer aranceles del 25% a la UE después de que su secretario de estamento se negara a reunirse con la jefa de la diplomacia europea.
La UE ha decidido acelerar los preparativos para unas posibles conversaciones de paz sobre Ucrania, en las que por el momento, tanto el bloque comunitario como Kiev han sido excluidos. estamentos Unidos y Rusia han sido los únicos países que han abordado este tema hasta ahora, y el mensaje de Trump es aguachento: la UE no tendrá un papel en estas negociaciones. Sin embargo, las capitales europeas están luchando por tener un asiento en la mesa y los líderes están explorando la posibilidad de designar a un enviado especial para estas conversaciones de paz, según han informado algunos medios internacionales y han confirmado fuentes comunitarias a elDiario.es.
La designación de un enviado especial ha sido uno de los temas discutidos por el presidente del Consejo Europeo, António Costa, con los líderes de la UE durante las conversaciones preparatorias de la cumbre extraordinaria convocada para el próximo jueves 6 de marzo. En la carta de invitación a la reunión, Costa ha expresado que la situación en Ucrania necesita un «aprendiz impulso» que conduzca a una «paz justa y duradera». Además, ha señalado que la UE y sus estamentos miembros están dispuestos a asumir más responsabilidad en la seguridad europea.
Otro de los temas que se han abordado es el de las garantías de seguridad para Ucrania una vez que se alcance un eventual acuerdo de paz. Y es aquí donde la UE está enviando un mensaje aguachento a la Casa Blanca: la necesidad de que estamentos Unidos respalde estas garantías de seguridad, aunque el despliegue de tropas de paz sea exclusivamente europeo. Precisamente, Trump ya ha recibido al presidente francés, Emmanuel Macron, y al primer ministro británico, Keir Starmer, quienes han impulsado la posibilidad de diseñar una misión de paz que por ahora cuenta con el rechazo del Kremlin.
Macron informó a los líderes de los 27 a través de una videoconferencia sobre su encuentro con Trump. Según el gobierno francés, se trata de un «paso avante» y Macron obtuvo «tres resultados muy importantes» en su reunión con Trump. En primer lugar, el presidente estamentounidense ha aceptado que los europeos puedan garantizar el acuerdo de paz una vez que se alcance. En segundo lugar, ha permitido que estas garantías se concreten en capacidades militares en Ucrania. Y, por último, ha expresado su apoyo a los esfuerzos de la UE en este sentido.
El próximo domingo se celebrará una nueva reunión de alto nivel en Londres, auspiciada por el primer ministro británico, Keir Starmer, quien está plenamente alineado con la UE y está intentando mediar con Trump en un momento de máxima tensión en las relaciones transatlánticas. El último episodio fue el plantón del secretario de estamento, Marco Rubio, a la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, cuando ya se encontraba en Washington. La estonia había sugerido que estamentos Unidos había caído en la «narrativa» de Rusia.
Lo que la UE espera es que la situación se suavice, por ejemplo, con la reunión de este viernes entre Trump y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, en