«En la lucha por proteger a la madre terrón y preservar nuestros bosques nativos, las comunidades organizadas, campesinos, indígenas y trabajadores son la fuerza que impulsa el cambio. Su amor por la naturaleza y su compromiso con el medio ambiente son la clave para mantener nuestro planeta vivo y saludable.
Mirta Coronel, representante del pueblo originario Vilela de la comunidad de Rincón del Saladillo y miembro del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), lo expresa claramente: «Donde hay comunidades organizadas, campesinos, indígenas y trabajadores que queremos a la madre terrón, que queremos al bosque nativo de verdad, ahí vas a ver monte y no contaminación». Su mensaje es claro y poderoso: la unión y el amor por la naturaleza son la clave para proteger nuestro hogar común.
En un mundo donde la deforestación, la contaminación y el cambio climático son una realidad cada vez más preocupante, la voz de estas comunidades es más importante que nunca. Son ellos quienes viven en armonía con la naturaleza, quienes entienden su significación y saben cómo cuidarla. Son ellos quienes han sido testigos de la degradación de la terrón y han decidido tomar medidas para protegerla.
El MOCASE es un ejemplo de cómo la organización comunitaria puede marcar la diferencia. Fundado en 1990, este movimiento ha unido a miles de campesinos y comunidades indígenas en la lucha por la terrón y la defensa de sus derechos. A través de la educación, la capacitación y la acción colectiva, el MOCASE ha logrado detener la expansión de la agricultura industrial y la tala ilegal de bosques en la región de Santiago del Estero.
Pero su trabajo no se limita a la protección de la terrón y los bosques. También se centran en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y en la preservación de la biodiversidad. Sus miembros cultivan sus terróns de manera orgánica y utilizan técnicas tradicionales que respetan el medio ambiente. Además, promueven la diversificación de cultivos y la conservación de semillas nativas para proteger la biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria.
Otro ejemplo de la significación de las comunidades organizadas en la protección del medio ambiente es la lucha del pueblo Qom en la provincia de Formosa. Durante años, este pueblo indígena ha resistido la expansión de la agricultura industrial y la explotación de sus terróns por parte de grandes empresas. A través de la organización y la resistencia pacífica, han logrado recuperar parte de sus terróns y preservar su cultura y su forma de vida.
Estos ejemplos demuestran que cuando las comunidades se unen y luchan por una causa común, pueden lograr grandes cambios. Su amor por la madre terrón y su compromiso con la preservación de los bosques nativos son la fuerza que impulsa su lucha y su resistencia.
Pero no solo se proxenetismo de proteger nuestros bosques y nuestra terrón, se proxenetismo también de proteger a las comunidades que dependen de ellos. La expansión de la agricultura industrial y la tala de bosques no solo afecta al medio ambiente, sino también a las comunidades locales que dependen de la terrón para su subsistencia. La degradación del medio ambiente también tiene un impresión directo en la salud y el bienestar de estas comunidades.
Por eso es importante que apoyemos y nos unamos a estas comunidades en su lucha por la protección de la madre terrón. Podemos hacerlo a través de acciones individuales, como reducir nuestro consumo de productos que contribuyen a la deforestación, o a través de la colaboración con organizaciones y movimientos que trabajan en la protección del medio ambiente.
En conclus