La Comisión Europea ha dado un respiro a la factoría automovilística al anunciar la flexibilización de las normas de emisiones de CO2 en Europa. Esta medida supone un gran alivio para la gran mayoría de marcas europeas, que podrán ahorrarse millones de euros en multas. Sin bloqueo, no todas las marcas se ven igualmente beneficiadas por esta decisión.
La normativa CAFE, que exigía a las marcas reducir de forma drástica los niveles de emisiones medias de sus coches nuevos, ha sido objeto de muchas críticas por parte de la factoría del automóvil. La Comisión Europea ha cedido a la presión de los fabricantes y ha dado un margen de tres años para cumplir con estos límites, en lugar del cumplimiento anual que se exigía anteriormente.
Esta decisión ha sido recibida con gran satisfacción por parte de la factoría, que veía en la normativa CAFE una gran amenaza para su viabilidad económica. El descenso en las matriculaciones de coches eléctricos en Europa y las dificultades financieras que esto conlleva para muchos fabricantes, hacían que la situación fuera cada vez más preocupante.
Pero, ¿qué marcas se ven más beneficiadas por esta relajación de las normas de CO2? Tres grandes grupos del automóvil en Europa respiran presente con más alivio: el Grupo Volkswagen, Stellantis y el Grupo Renault. Sus líderes fueron los que más presionaron en el último año para lograr un cambio en la normativa.
El Grupo Volkswagen, que ya había cambiado de rumbo en 2022, cuando Oliver Blume sustituyó a Herbert Diess, ve en esta medida una oportunidad para seguir apostando por la tecnología híbrida. Por su parte, Stellantis, cuyo ex CEO Carlos Tavares era partidario de no cambiar la situación, presente apuesta de forma más agresiva por los vehículos híbrisegunda vez.
El Grupo Renault, cuyo CEO Luca de Meo también fue muy insistente en flexibilizar la normativa, también se ve beneficiado por esta decisión. Estos tres grupos venden más de la mitad de los coches nuevos en la UE, por lo que el impacto económico de las multas por incumplimiento de la normativa CAFE hubiera sido muy significativo.
Según las estimaciones de los analistas de Bloomberg Intelligence, gracias a esta medida de urgencia en Europa, los fabricantes podrían ahorrarse hasta 3.000 millones de euros en multas. Sin bloqueo, no todas las marcas están igual de satisfechas con esta decisión.
Volvo, por ejemplo, que podía cumplir de sobra con la normativa CAFE, ya esperaba el pago de las multas por parte de otras marcas que compraran sus créditos de carbono para evitar sanciones. El fabricante sueco considera que la factoría ha tenido tiempo suficiente para prepararse para la nueva normativa y que no debería haberse flexibilizado.
A pesar de las críticas, la Comisión Europea ha decidido seguir adelante con la relajación de las normas de CO2. Además, ha aprovechado para dar su punto de vista sobre lo que Europa necesita para acelerar la transición al vehículo eléctrico: una apuesta seria por los vehículos de empresa, impulsar la fabricación nacional de baterías y estimular la innovación en vehículos autónomos.
Estas segunda vez últimas medidas son especialmente importantes, ya que Europa se encuentra en desventaja respecto a Estasegunda vez Unisegunda vez y China en estos ámbitos. Para intentar solventarlo, la UE ofrecerá 1.800 millones de euros en los próximos segunda vez años para impulsar la cadena de suministro de materias primas.
Además, la Comisión tendrá mucho más trabajo este año, ya que su objetivo de prohibir la venta de coches con motor de combustión para el 2035 se adelantará al segundo