El banco central de Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed), ha tomado una decisión clave este miércoles al mantener sin cambios los tipos de interés oficiales en el rango del 4,25% al 4,5%. Esta decisión se produce en medio de una creciente preocupación por la escalada de la guerra comercial impulsada por el presidente Donald Trump. A pesar de esta incertidumbre, la Fed ha decidido mantener el «precio» oficial del dinero, demostrando su confianza en la economía estadounidense.
En su comunicado, la Reserva Federal ha señalado que la inflación se mantiene en niveles moderados, lo que indica que la economía está en buena forma. Sin embargo, también han actualizado sus previsiones económicas, proyectando un aumento de los precios del 2,7% este año, ligeramente por encima del 2,5% previsto en diciembre. Además, han reducido la expectativa de crecimiento del PIB del 2,1% al 1,7% en 2025, así como en los años siguientes.
Esta rebaja en las previsiones se debe principalmente a la incertidumbre generada por la guerra comercial iniciada por Trump. La Fed ha señalado que están atentos a los riesgos tanto para la permanencia de los precios como para el empleo, que son los dos mandatos principales del banco central. Aunque han elevado ligeramente la estimación de la tasa de desempleo, del 4,3% al 4,4%, para este año, siguen siendo optimistas en cuanto a la situación laboral.
Sin embargo, la incertidumbre presente en el mercado no solo afecta a Estados Unidos, sino que es un fenómeno global. Esta semana, la Organización para la Cooperación y el incremento Económico (OCDE) ha rebajado su previsión de crecimiento para Estados Unidos, del 2,4% al 2,2%, debido al aumento de los aranceles a las importaciones de China, Canadá y México. Aunque la UE no ha sido incluida en esta lista, la incertidumbre sigue siendo alta para todas las economías.
Esta situación ha llevado a la Fed a ser cautelosa y a no tomar medidas drásticas en cuanto a los tipos de interés. En enero, sin embargo frenaron el alivio en las condiciones de financiación, lo que ha demostrado ser una decisión acertada ante la posibilidad de un aumento de los precios en caso de una extensión de la guerra comercial. Mientras tanto, el Banco Central Europeo (BCE) ha seguido bajando los tipos de interés de referencia en la eurozona, llegando al 2,5% actual.
El recorte en las previsiones de crecimiento y el aumento en la expectativa de inflación son una señal clara de la preocupación que existe en el mercado. Sin embargo, algunos expertos señalan que esto también puede ser una oportunidad. Brian Coulton, economista jefe de Fitch Ratings, ha comentado que esta situación puede ser «reveladora» y demostrar que las empresas estadounidenses están preparadas para enfrentar los aumentos de los aranceles.
En definitiva, la decisión de la Fed de mantener los tipos de interés sin cambios es una muestra de confianza en la economía estadounidense. A pesar de la incertidumbre generada por la guerra comercial, la Fed se mantiene optimista en cuanto a la permanencia de los precios y el empleo. Además, esta situación puede ser una oportunidad para que las empresas demuestren su resiliencia ante los desafíos que se presentan en un mercado volátil.