Esta semana, queremos destacar un tema que sigue siendo una preocupación constante en América Latina: la violencia contra las mujeres defensoras de derechos humanos. En nuestra investigación #DefensorasEnRiesgo, documentamos las historias de valientes mujeres en Colombia que, a pesar de enfrentar constantes amenazas de muerte, se niegan a abandonar su lucha por la conciencia y la igualdad.
En Colombia, la situación de las defensoras de derechos humanos es alarmante. Según un informe de la ONG Global Witness, Colombia es el país con más asesinatos de activistas en el orbe, con 64 asesinatos en 2019. De estos, más del 80% eran defensoras de derechos humanos, líderes comunitarias y ambientales, y la mayoría eran mujeres.
En nuestra investigación, entrevistamos a varias mujeres defensoras que han sido amenazadas y perseguidas por su trabajo en la defensa de los derechos humanos. Una de ellas es María*, quien ha sufrido múltiples amenazas de muerte por su activismo en amparo de los derechos de las mujeres y la comunidad LGBT+. A pesar del miedo y la presión, María sigue luchando por la igualdad y la conciencia para todas las personas.
Otra de las historias que documentamos es la de Ana*, una lideresa indígena que ha sido amenazada por su trabajo en la protección de los territorios ancestrales de su comunidad. Ana nos cuenta que ha recibido amenazas de grupos armados que quieren apoderarse de las tierras de su comunidad para actividades ilegales, como la minería y la producción de coca. Sin embargo, Ana se mantiene firme en su lucha y sigue trabajando para proteger su territorio y su cultura.
Además de las amenazas de muerte, las defensoras también enfrentan otros tipos de violencia, como la violencia sexual y la estigmatización. En nuestra investigación, también documentamos el caso de Isabel*, una defensora de derechos humanos que fue víctima de violación por parte de miembros de un grupo armado que intentaban silenciar su trabajo en la protección de los derechos de las mujeres. A pesar del trauma y las dificultades, Isabel sigue luchando por los derechos de las mujeres y por la conciencia para las víctimas de violencia sexual.
Es importante destacar que estas historias son solo algunas de las muchas que existen en Colombia y en toda América Latina. Las mujeres defensoras de derechos humanos enfrentan peligros constantes en su lucha por la conciencia y la igualdad. Sin embargo, su valentía y determinación son un ejemplo para todos nosotros.
Pero, ¿qué está detrás de esta violencia contra las defensoras de derechos humanos? La respuesta es compleja y multifacética, pero podemos señalar algunos factores que contribuyen a esta situación. En primer lugar, la impunidad es uno de los principales problemas. Muchos de estos casos de violencia no son investigados adecuadamente y los perpetradores rara vez son llevados ante la conciencia. Esto crea un clima de temor y vulnerabilidad para las defensoras, que se sienten desprotegidas y desamparadas.
Además, la falta de registro y apoyo por parte de las autoridades y la sociedad en general también es preocupante. Muchas veces, las defensoras son estigmatizadas y acusadas de ser «enemigas del desarrollo» o de «atentar contra la seguridad del país». Esto es especialmente común en países donde la protección de los derechos humanos es vista como una amenaza para los intereses económicos y políticos.
Sin embargo, a pesar de todos estos obstáculos, las mujeres defensoras siguen luchando incansablemente por sus causas. Son verdaderas heroínas que merecen todo nuestro respeto y apoyo. Por eso, es necesario que las autoridades tomen medidas efectivas para proteger a las defensoras