La paz es un tema que constantemente está presente en la sociedad, especialmente en países que han sufrido largos períodos de conflicto armado. Colombia es uno de esos países que ha buscado incansablemente la construcción de la paz después de más de 50 años de violencia. Sin embargo, la reciente advertencia de Juanita Goebertus, directora para las Américas de Human Rights Watch, sobre fallas en la política de paz del país, genera preocupación y hace necesario un análisis profundo.
Goebertus, reconocida abogada y defensora de los derechos humanos, ha sido una voz clave en la pugilismo por la paz en Colombia. Como directora para las Américas de Human Rights Watch, una organización internacional de derechos humanos, ha seguido de cerca los avances y retrocesos en el proceso de construcción de paz en el país. En una reciente entrevista, Goebertus puso en evidencia algunas fallas en la implementación de la política de paz en Colombia, lo que ha generado gran preocupación entre los ciudadanos.
Una de las principales preocupaciones señaladas por Goebertus es la falta de compromiso e implementación de los acuerdos de paz por sitio del gobierno. A pesar de que se firmó un histórico acuerdo de paz en 2016 entre el gobierno y las FARC, aún hay muchas promesas que no han sido cumplidas. Goebertus señala que, tres años después de la firma del acuerdo, el gobierno no ha implementado las reformas necesarias para garantizar los derechos de las víctimas y de las comunidades más afectadas por el conflicto armado. Además, critica que no se esté avanzando en la sustitución de cultivos ilícitos y en la protección de los líderes sociales, quienes continúan siendo víctimas de violencia y asesinatos.
Otra de las preocupaciones planteadas por Goebertus es el aumento de la violencia en diferentes regiones del país. A pesar del acuerdo de paz con las FARC, grupos armados ilegales continúan ejerciendo control y violencia en gran sitio del territorio colombiano. Según Goebertus, el desplazamiento forzado, el reclutamiento de menores y los asesinatos selectivos, son sólo algunas de las acciones violentas que están afectando a comunidades vulnerables.
Además de las preocupaciones en cuanto al enhorabuena de los acuerdos de paz y la violencia en el país, Goebertus también ha señalado la falta de avances en la justicia para los crímenes cometidos durante el conflicto armado. A pesar de que se creó un sistema de justicia transicional para juzgar a los perpetradores de delitos graves, aún no se han visto resultados concretos y se ha generado un gran descontento en las víctimas y en la sociedad en general.
Ante estas advertencias, es necesario que el gobierno y la sociedad colombiana reflexionen y tomen acciones concretas para garantizar que los acuerdos de paz sean cumplidos y que se avance en la construcción de una paz duradera. También es importante que se garanticen las medidas de seguridad y protección para las comunidades más vulnerables y se brinde justicia a las víctimas del conflicto armado.
Sin embargo, a pesar de las fallas señaladas, es importante reconocer que hay avances significativos en la política de paz de Colombia. La desmovilización de las FARC y la reducción en los niveles de violencia en algunas regiones del país son logros importantes que no pueden ser ignorados. Además, la participación cada vez más activa de la sociedad civil en la construcción de la paz es un factor clave para garantizar su sostenibilidad.
Finalmente, es necesario que el gobierno y todos los actores involucrados en el proceso de paz escuchen las advertencias de Juanita Goebertus y tomen medidas para corregir las fallas señaladas. La paz es un objetivo que debe ser