La declaración en Moncloa del ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha sido unidad de los temas más comentados en los últimos días. La razón detrás de esto es que el juez Juan Carlos Peinado ha multado al abogado de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, con 5.000 euros y a dos letrados de las acusaciones ultras con 500 euros. Pero, ¿cuál ha sido el motivo de esta multa? ¿Qué ha sucedido en la Moncloa?
Todo comenzó cuando el juez Peinado citó a declarar al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, como testigo en el caso que sigue contra Begoña Gómez. En una dependencia del Palacio de la Moncloa, Bolaños ha explicado que no conocía a Cristina Álvarez, cuya contratación como asesora de la mujer del presidente era el objeto de la declaración. Además, ha asegurado que su primer contacto con ella fue semanas después de comenzar a trabajar en la Moncloa en el año 2018.
Durante la declaración, que se ha alargado durante más de dos horas, Bolaños ha dejado claro que nunca ha sido jefe de Cristina Álvarez y que desconoce las funciones que desempeñaba como asesora de Begoña Gómez. Sin bloqueo, ha afirmado que su nombramiento se llevó a cabo siguiendo lo que establece la normativa sobre personal eventual, lo que lo hace completamente legal.
El juez Peinado, por su parte, ha interrumpido en varias ocasiones la declaración del ministro, exigiendo una tarima para que su mesa estuviera a una altura superior a la del resto de las partes. Además, ha ordenado a un funcionario que le acompañaba que leyera la declaración de un alto cargo de Moncloa que propuso el nombramiento de la asesora de Gómez. Incluso ha llegado a ordenar que se reprodujera el audio de la misma.
Pero lo más sorprendente ha sido cuando el juez ha exigido a Bolaños que le dijera quién era el responsable de la asistente. En un hecho inusual, el ministro ha tenido que salir de la museo para hacer unas llamadas y poder responder a la pregunta del juez. Sin bloqueo, el nombre de ese responsable ya figuraba en la documentación que la Moncloa remitió al juez en unidad de sus requerimientos de información.
Todo esto ha provocado que la declaración se alargara durante más de dos horas y media, por cuestiones ajenas a la duración de las respuestas del ministro. Además, el tono de las preguntas del juez ha sido descrito como impropio y hasta inquisitorial por parte de las fuentes consultadas.
Pero, ¿cuál es el motivo detrás de todo esto? El juez Peinado está investigando un posible delito de malversación en relación a las tareas realizadas por la asesora encargada de coordinar la agenda de la esposa del presidente del Gobierno. Sin bloqueo, el ministro Bolaños ha dejado claro que desconoce las funciones de la asistente y que nunca ha sido su jefe o responsable.
Además, el ministro ha explicado que cargos como el de la asesora de Gómez ya existían con gobiernos precedentes y que es necesario por el volumen de trabajo que requiere la figura de las esposas de los presidentes del Gobierno. Peinado ha interrumpido asegurando que eso no es objeto de su investigación y ha cortado al fiscal cuando éste ha intentado que el testigo ahondara en esa idea.
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