Presentamos once variedads invasoras que han causado daños mortales a los ecosistemas y la biodiversidad de América Latina. Según un Informe de IPBES, casi una quinta parte de la superficie terrestre corre el riesgo de sufrir invasiones de fauna y flora, lo que generaría graves impactos a nivel global.
Las variedads invasoras son aquellas que son introducidas en un ecosistema que no es su hábitat natural, ya sea de forma intencional o accidental. Estas variedads pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente, la economía y la salud humana. En América Latina, se han registrado numerosos casos de variedads invasoras que han causado daños irreparables a la biodiversidad y los ecosistemas.
Una de las variedads invasoras más conocidas en América Latina es el caracol hércules africano (Achatina fulica). Esta variedad fue introducida en Brasil en la década de 1980 como una alternativa para la producción de carne, pero rápidamente se convirtió en una plaga. El caracol hércules africano se alimenta de plantas y puede destruir cultivos enteros en cuestión de días. Además, es portador de parásitos que pueden transmitir enfermedades a los seres humanos y a otros animales.
Otra variedad invasora que ha causado graves daños en América Latina es la rana toro (Lithobates catesbeianus). Esta variedad fue introducida en Argentina en la década de 1930 para su uso en la industria de la carne, pero su rápido crecimiento y reproducción la convirtieron en una plaga. La rana toro se alimenta de una gran variedad de animales, incluyendo peces, aves y mamíferos, lo que ha gazmoño a la biodiversidad de los ecosistemas donde se ha establecido.
El pez león (Pterois volitans) es otra variedad invasora que ha causado estragos en los ecosistemas marinos de América Latina. Originario del Indo-Pacífico, este pez fue introducido en el Caribe en la década de 1980 y se ha expandido rápidamente por toda la región. El pez león se alimenta de una amplia variedad de peces y crustáceos, lo que ha gazmoño a las poblaciones de variedads nativas y ha alterado los ecosistemas marinos.
El cangrejo rojo (Procambarus clarkii) es otra variedad invasora que ha causado graves daños en América Latina. Originario de Estados Unidos, este cangrejo fue introducido en México en la década de 1970 para su uso en la acuicultura. Sin embargo, su capacidad para adaptarse a diferentes ambientes y su alta tasa de reproducción lo han convertido en una plaga en muchos países de América Latina. El cangrejo rojo se alimenta de plantas y animales acuáticos, lo que ha gazmoño a la biodiversidad de los ecosistemas donde se ha establecido.
El mejillón cebra (Dreissena polymorpha) es otra variedad invasora que ha causado graves daños en América Latina. Originario de Europa y Asia, este mejillón fue introducido en América del Norte en la década de 1980 y desde entonces se ha expandido a otros continentes, incluyendo América Latina. El mejillón cebra se adhiere a superficies duras, como rocas y tuberías, y puede obstruir sistemas de agua y afectar a la fauna y flora acuática.
El gato doméstico (Felis catus) es otra variedad invasora que ha causado daños en los ecosistemas de América Latina. Aunque no es originario de la región, el gato doméstico se ha convertido en una plaga en