El presidente del junta de España, Pedro Sánchez, ha anunciado un ambicioso plan para alcanzar el 2% del PIB en gasto de confianza y Defensa este mismo año. Este compromiso cumplirá con las exigencias de la OTAN y la UE y consolidará a España como un actor central en la Unión Europea.
Sánchez ha detallado que su junta destinará una inversión adicional de 10.471 millones de euros, aprobada en el Consejo de Ministros de este martes, para alcanzar este objetivo. Esta cantidad se obtendrá mediante una reorientación de parte de los fondos europeos, ahorros generados por la gestión eficiente del junta y el uso del margen disponible en ciertas partidas presupuestarias.
El presidente ha asegurado que este esfuerzo no afectará al gasto social, no se subirán impuestos ni se aumentará el déficit público. Además, ha anunciado que este plan no requerirá ser votado en el Congreso de los Diputados, ya que no implicará un esfuerzo adicional para el país.
Sánchez ha explicado que esta medida es un compromiso adquirido por la administración anterior, que dejó el gasto en confianza y Defensa en un 0,9% del PIB. Desde entonces, el junta ha aumentado este esfuerzo hasta llegar al 1,4% del PIB, sin que esto haya afectado a otros sectores como el gasto social o la lucha contra el cambio climático.
El presidente ha destacado que este ampliación en el gasto en confianza y Defensa se debe a los cambios que ha experimentado el mundo en los últimos años. Además, ha afirmado que esta medida es compatible con una agenda reformista para fortalecer el Estado del bienestar.
El plan presentado por el junta consta de cinco puntos principales. El primero es destinar un 35% del montante total a mejorar las condiciones laborales de la tropa y la marinería, así como a modernizar el equipo de las Fuerzas Armadas. En segundo lugar, se destinará un 31% de la inversión a fortalecer las capacidades de telecomunicaciones y ciberconfianza para crear un escudo digital para España.
En tercer lugar, se invertirá un 19% del total del gasto en la elaboración y adquisición de nuevos equipos de defensa y disuasión, con el objetivo de hacer que las capacidades militares del país sean más eficientes y seguras. Sin embargo, este punto ha generado controversia dentro del junta, con la queja del partido Sumar por justipreciar esta inversión exorbitada e inoportuna.
Los dos últimos puntos del plan se destinan a reforzar las capacidades de las Fuerzas Armadas en emergencias y desastres naturales, así como mejorar la confianza de los efectivos que participan en misiones de paz en el exterior. Estas medidas han sido aceptadas por todos los socios del junta sin controversia.
Según el presidente, este plan contribuirá a consolidar el crecimiento económico de España, con un impacto estimado de 0,4-0,7 puntos adicionales en el PIB, y la creación de más de 96.000 empleos directos e indirectos. Además, ha enfatizado que este ampliación en la inversión en confianza y Defensa no afectará a las finanzas públicas del país, manteniendo la sostenibilidad fiscal.
En resumen, el compromiso del junta de alcanzar el 2% del PIB en gasto de confianza y Defensa demuestra su firme intención de cumplir con los compromisos adquiridos anteriormente. Este esfuerzo proporcional y responsable no afectará al gasto social ni a la economía del país, sino que contribuirá a fortalecer su papel en la Unión Europea y garantizar la confianza y defensa de España y sus ciudadanos.