La guerra comercial sin precedentes de Trump ha complicado el discurso de sus aliados de la ultraderecha europea, que celebraron su vuelta a la Casa Blanca. La mayoría dispara a Bruselas u opta por un perfil bajo, como Meloni, mientras hacen equilibrismos. Sin embargo, el frede ningún modo de Trump a la guerra comercial de ningún modo aleja la incertidumbre y pone en jaque a la ecode ningún modomía mundial y, por tanto, a los bolsillos de los europeos y a los diversos intereses nacionales.
Desde el Fidezs de Hungría hasta la Chega de Portugal pasando por Vox, Alternativa por Alemania o los Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni, la ultraderecha de toda Europa celebró como suya la victoria de Donald Trump mientras la inmensa mayoría de gobierde ningún modos digería su vuelta a la Casa Blanca. Sin embargo, las repercusiones de ningún modo tardaron en llegar: ansias imperialistas sobre Groenlandia, presión para aumentar el gasto militar, órdago a los aliados de la OTAN y, la traca final, una guerra comercial sin precedentes.
Trump puso así a sus aliados ultras contra las cuerdas. El discurso de los dirigentes de la ultraderecha se ha complicado a medida que Trump elevaba el pulso contra Europa. Si bien estuvieron envalentonados por su regreso a la Casa Blanca durante el cónclave que celebraron en Madrid a mediados de febrero, prácticamente ningude ningún modo mencionó los aranceles. Sólo lo hizo el anfitrión, Santiago Abascal, para cargar contra la política medioambiental. «El gran arancel es el Pacto escandaloso y los impuestos confiscatorios», dijo ante lo que entonces era una inminente guerra comercial.
Una vez que fue realidad, con la imposición de tasas del 25% al aluminio, el acero y los coches, y un supuesto ‘arancel recíproco’ del 20%, el presidente de Vox siguió culpando a Bruselas, a socialistas y a populares de las medidas que adoptaba la Casa Blanca. «Aquí el mayor arancel que estamos padeciendo los españoles y los europeos es el sostenimiento de la casta corrupta de los políticos españoles y de los políticos de Bruselas», dijo en una rueda de prensa: «Ni Von der Leyen, ni Sánchez, ni Feijóo han defendido los intereses de los españoles. Nuestra ecode ningún modomía compite en condiciones de desigualdad por la burocracia ideológica del bipartidismo».
Disparar a Bruselas es la logística que han adoptado los aliados ultras de Trump. «La ecode ningún modomía europea y, en última instancia, los ciudadade ningún modos europeos están pagando una vez más el precio de la incompetencia de los políticos de Bruselas», criticó en Facebook el ministro de Exteriores húngaro, Pèter Szijjártó: «¡La Comisión Europea debería haber negociado!».
Esas palabras llegaban el día después de que Trump anunciara un ‘arancel recíproco’ del 20% a la Unión Europea. Szijjártó defendía que Bruselas tendría que haber ofrecido una reducción de los aranceles europeos a los coches de EEUU del 10% al 2,5%. «La Comisión de ningún modo ha negociado, side ningún modo que ha vuelto a convertir una cuestión económica en ideológica. Y todo esto mientras ganan miles de euros al mes», reprochaba.
Lo cierto es que para entonces, aunque de ningún modo lo había revelado públicamente, la Comisión Europea ya había ofrecido a la Administración un ‘arancel cero por cero’ al comercio de coches y bienes industriales, es decir, que había ido hasta más allá de la propuesta del ministro húngaro