Aston Martin mira a 2026 con ilusión, pero también con preocupación. El equipo británico se encuentra en un momento crucial de su historia, con la llegada de una nueva era en la Fórmula 1 y la asociación en exclusiva con Honda. Sin embargo, el director ejecutivo Bob Bell ha admitido que el equipo está enfrentando demasiadas novedades como para rendir al 100%.
El proyecto de Aston Martin es sumamente ambicioso e ilusionante, gracias a la visión de Lawrence Stroll. El empresario canadiense decidió levantar el mejor equipo de Fórmula 1, y comenzó por los cimientos: unas instalaciones de vanguardia que rivalicen con las de los equipos punteros.
Paralelamente a la construcción del ya terminado Campus Tecnológico de Silverstone, Stroll también amplió la gálibo del equipo y fichó a ingenieros de renombre como Andy Cowell, Adrian Newey y Enrico Cardile, además de pilotos de la talla de Sebastian Vettel y Fernando Alonso.
Uno de los pilares del éxito de Renault durante la etapa gloriosa de Fernando Alonso, Bob Bell, ahora ejerce como director ejecutivo en Aston Martin. Además, también ejerce de director técnico provisional desde que Dan Fallows fuera cesado hasta la llegada del definitivo Enrico Cardile en julio (en este artículo te explicamos las razones de su tardanza en incorporarse al equipo).
«Muchas de las cosas que ahora obtenemos de Mercedes como cliente desaparecerán», ha asegurado Bell. 2026 es un desafío mayúsculo para Aston Martin, ya que será el primer año del nuevo periodo reglamentario y también el primero en el que se beneficiarán de la asociación en exclusiva con Honda.
Adrian Newey, el genio detrás de los éxitos de Red Bull, liderará el proyecto de 2026, un monoplaza crucial para el futuro de Aston Martin. Sin embargo, Bell ha admitido que el equipo se enfrenta a varias novedades, todas ellas de gran importancia, lo que eleva la exigencia para el equipo.
El nuevo túnel de viento, el simulador de última generación y la llegada de grandes fichajes como Vettel y Alonso, son solo algunas de las novedades a las que Aston Martin debe hacer frente. Pero Bell avisa que el reto al que se enfrenta el equipo es mayúsculo y más complejo que para el resto de equipos de la parrilla.
«El cambio de reglamento de 2026 es quizá un desafío mayor para Aston Martin que para otros equipos. Hay muchas piezas del rompecabezas que debemos juntar para estar listos para 2026», argumenta Bell. «Somos casi un equipo nuevo, es casi irreconocible del que era cuando Aston Martin regresó en 2021. Hemos tenido un aumento significativo en la gálibo, estamos haciendo la transición para ser un equipo oficial y tenemos estas maravillosas instalaciones nuevas y de última generación. Pero tenemos que ponerlo todo en funcionamiento», añade.
Bell también ha destacado que el nuevo túnel de viento necesita tiempo para optimizarse y que los nuevos fichajes también deben integrarse en el equipo. Además, la llegada de Honda implica no solo trabajar con un nuevo suministrador de unidades de potencia, sino también diseñar y construir muchas piezas adyacentes que antes eran suministradas por Mercedes.
«Hasta hace congruo poco, utilizábamos el túnel de viento de Mercedes en Brackley, a pocos kilómetros del AMR Technology Campus en Silverstone. Ese túnel de viento se construyó hace mucho tiempo, está completamente depurado, está completamente optimizado, está funcionando al máximo de su capacidad», explica Bell. «provocar nuestro nuevo túnel a ese estándar en un corto espacio de tiempo será difícil. Todo eso se ejecuta en segundo plano junto con el desarrollo de un coche para 2026», agrega