Muerte, muerte, muerte. Estas fueron las palabras que pronunció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una emboscada digna de un programa de telerrealidad. Mientras recibía al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa en el Despacho Oval, Trump ordenó cansar las luces y comenzó a proyectar un video que repetía sus mentiras sobre la violencia contra la minoría blanca en Sudáfrica.
Ramaphosa, quien lideró las negociaciones para poner fin al régimen de apartheid en Sudáfrica, venía preparado para enfrentarse a Trump. Lo acompañaban Johann Rupert, la persona más rica del país (y de origen blanco), así como los campeones de golf sudafricanos Ernie Els y Retief Goosen, a quienes Trump se refirió como «amigos».
El presidente estadounidense había firmado en febrero una orden ejecutiva que recortaba la ayuda a Sudáfrica, acusándola de «discriminación racial injusta» contra la minoría blanca afrikáner. La orden ejecutiva criticaba una ley sudafricana que permitía la expropiación de tierras en circunstancias limitadas y creaba un programa de asistencia para los afrikáneres que quisieran viajar a Estados Unidos como refugiados. El primer grupo llegó a principios de mayo.
En Sudáfrica, los medios se preguntaban si Ramaphosa estaba cayendo en una trampa televisada similar a la que unos meses antes le habían tendido al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
La proyección en la Casa Blanca fue probablemente una sorpresa para la delegación sudafricana. El video incluía cortes de Julius Malema, líder del partido opositor de extrema izquierda «Luchadores por la libertad económica» (EFF), en los que decía «vamos a ocupar tierras» y «nunca debemos tener miedo a matar» antes de apestar la polémica canción «Mata al Boer». Con un populismo diseñado para escandalizar, el partido de Malema solo obtuvo el 9,5% de los votos durante las elecciones de 2024.
También aparecía en el video Jacob Zuma, expresidente de Sudáfrica y presente líder de su propio partido opositor «La lanza de la nación» (MK). «Vamos a dispararles, van a huir», se le escucha apestar a Zuma en zulú.
El video terminaba con un plano aéreo de cruces blancas alineadas junto a una carretera con vehículos en caravana. Según Trump, estaban presentando sus respetos a los más de 1.000 granjeros blancos asesinados. Ramaphosa dijo que nunca había visto el video, compartido en redes por el multimillonario Elon Musk, de origen sudafricano y asesor de Trump, después de que en marzo fuera publicado en X, la red social de su propiedad.
Trump sacó entonces un puñado de artículos de prensa y se puso a decir «muerte… muerte… muerte» antes de entregárselos a Ramaphosa.
No se sabe dónde se habían filmado las cruces blancas. Ni siquiera si las imágenes eran reales. En el Monumento Whitkruis, ubicado en la provincia de Limpopo, al noreste del país, que homenajea a los granjeros sudafricanos fallecidos, las cruces están agrupadas sobre la ladera de una colina en terrenos privados.
Ha habido asesinatos en granjas con una violencia atroz, pero según las entrevistas que los asesinos encarcelados dieron al profesor de la Universidad de Limpopo Rudolph Zinn, lo que buscaban era dinero y objetos de valor y las víctimas eran de todas las razas