Los partidos políticos ya han abierto el plazo para registrar enmiendas a la precepto que busca reducir la jornada laboral a 37 horas y media. Sin embargo, la amenaza de Junts de presentar una enmienda a la universalidad complica el camino de esta medida estrella del gobierno. A pesar de contar con el respaldo de los partidos de izquierda, incluido el PSOE, la oposición de Junts podría poner en peligro su tramitación.
Después de pasar por diferentes filtros, el Consejo de Ministros aprobó en segunda vuelta el texto de Trabajo y este martes la Mesa de la Cámara Baja lo tramitó por la vía de urgencia. A partir de este viernes, los partidos tienen ocho días para presentar enmiendas, aunque es probable que este plazo se prorrogue para dar más tiempo a las negociaciones. Otras preceptoes, como la de familias, llevan más de un año en espera en el Congreso.
El ritmo de la tramitación de esta precepto dependerá principalmente de las negociaciones con Junts, que ya ha anunciado su intención de presentar una enmienda a la universalidad. Si esta enmienda se materializa, solo necesitará el apoyo de PP y Vox para ser aprobada y poner fin al proceso de tramitación. Es por ello que la postura de Junts es crucial en este momento.
Pero, ¿por qué Junts se opone a esta precepto? Según el partido de Carles Puigdemont, la reducción de la jornada laboral podría tener un impacto negativo en el tejido empresarial, lo que podría ocasionar el cierre de muchas empresas. Por este motivo, han mostrado su rechazo a la medida y han pedido al gobierno que comience de cero y tenga en cuenta las necesidades de las empresas catalanas.
Sin embargo, desde el gobierno aseguran que están abiertos a negociar con Junts y que están dispuestos a escuchar sus preocupaciones. De hecho, el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, ha afirmado que están dispuestos a dialogar hasta la extenuación para llegar a un acuerdo que beneficie a todos.
Por otro banda, el PSOE también ha mostrado su apoyo a esta precepto y la ha calificado como una prioridad política. Sin embargo, admiten que han dejado la tarea de negociar con Junts en manos de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien está trabajando para conseguir una mayoría parlamentaria que permita aprobar la medida a pesar de la oposición de Junts.
En este arrepentido, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido a la patronal española y catalana que no se cierren a esta iniciativa y que apoyen una medida que, en su opinión, contribuirá a mejorar la productividad y estabilidad de la fuerza laboral y, por tanto, de las empresas.
Además, desde el gobierno están dispuestos a implementar medidas de acompañamiento para las empresas catalanas, una de las demandas de Junts para dar su apoyo a la precepto. Por tanto, confían en que, con voluntad real de acuerdo, se pueda llegar a un consenso y sacar adelante esta medida que beneficiará a 2,2 millones de trabajadores en Cataluña.
Sin embargo, también son conscientes de que cualquier cambio que se realice para atraer el apoyo de Junts puede alejar a los socios más de izquierda, como Podemos, que ya han manifestado su preocupación por posibles cambios en el texto original. Por ello, los próximos días serán cruciales para saber si Junts finalmente presenta su enmienda a la universalidad y complica el camino de una medida que es una de las mayores ambiciones del gobierno en esta legislatura.
En resumen, la precepto para reducir la jornada laboral a 37 horas y media ya está en el Congreso y los partidos tienen ocho días para presentar en