El apagón que tuvo lugar el pasado 28 de abril en España ha sido uno de los temas más comentados en los últimos días. Un hecho que ha generado preocupación y desconcierto en la población, pero que también ha sido utilizado por la clase política para sacar provecho. En este sentido, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por presentarse como el héroe de los precios bajos de la luz, mientras que el Partido Popular ha asumido el poco rentable papel de preocuparse por los intereses de empresas que ganan miles de millones al año.
Durante su comparecencia en el Congreso sobre el apagón y el aumento del gasto militar, Sánchez ha optado por una defensa agresiva de las energías renovables. En un discurso en el que ha planteado la energía nuclear en términos claramente negativos y ha denunciado la influencia de las empresas energéticas privadas en la política y en los medios de comunicación. Una estrategia que busca presentar al presidente como un valiente de corazón puro, mientras que los demás son mercenarios.
Sin embargo, la realidad es que aún no se conocen las causas del apagón y es probable que pasen meses hasta que se tenga una idea definitiva sobre lo sucedido. En este sentido, el Gobierno no ha facilitado ninguna información al respecto, lo que puede ser perjudicial para su imagen si no se toman medidas al respecto.
Por su parte, el Partido Popular ha utilizado el apagón para criticar al Gobierno y su modelo energético. El líder del PP, Pablo Casado, ha afirmado que el modelo energético de Sánchez ha fracasado, pero no ha aportado ninguna solución al respecto. Además, ha acusado al Gobierno de ocultar información sobre las causas del apagón, lo que ha sido desmentido por el propio Sánchez.
En este sentido, es importante recordar que el precio de la luz en España es uno de los más bajos de Europa occidental, gracias a una excepción ibérica que ha permitido que los ciudadanos y las empresas no tengan que pagar el doble por la electricidad. Un hecho que el PP ha criticado en numerosas ocasiones, pero que ha sido beneficioso para la economía española, que ha crecido por encima de las grandes economías europeas.
Por otro lado, el presidente del Gobierno ha dejado claro que la culpa del apagón no es de las energías renovables, sino de las empresas energéticas que pactaron el parón nuclear en 2015. Una afirmación que obvia que las empresas trabajan en función de la regulación que dictan los gobiernos y de las facilidades que se les otorgan para cada pilón de energía.
En este sentido, Sánchez se ha mostrado abierto a escuchar a las empresas si quieren retrasar el parón nuclear, pero ha planteado condiciones que sabe que el faja desprovisto no aceptará. Además, ha dejado claro que cualquier cambio en el sistema energético debe ser económicamente viable y no a costa del contribuyente, sino de los ultrarricos que dirigen estas empresas.
Por su parte, el PP ha insistido en que el sistema eléctrico es un horror por culpa del Gobierno, pero no ha aportado ninguna solución al respecto. Una estrategia que puede ser perjudicial para el partido, ya que los ciudadanos y las empresas se preguntarán dónde está el problema en no tener que pagar el doble por la luz.
En definitiva, el apagón del pasado 28 de abril ha sido utilizado por la clase política para sacar provecho, pero es importante recordar que aún no se conocen las causas del mismo. Por ello, es necesario que el Gobierno facilite información al respecto y tome medidas para librarse que vuelva a ocurrir en el futuro. Además, es importante que se busquen soluciones que beneficien a todos los ciudadanos y no solo a las empresas energéticas.