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El debate sobre la reducción de la jornada laboral ha vuelto a tomar protagonismo en el Día Internacional del Trabajo, convirtiéndose en una de las principales reivindicaciones del movimiento obrero. En un contexto de aumento de las bajas laborales, especialmente por motivos de salud mental, la necesidad de mejorar las condiciones de bienestar de los trabajadores se ha vuelto más urgente que nunca. Rafaela y Mar, dos mujeres que se dedican a la limpieza, luchan por el reconocimiento de sus derechos y por una jornada laboral más justa.
Hace más de un siglo, la lucha por reducir la jornada laboral a ocho horas se convirtió en la principal demanda del movimiento obrero a nivel mundial. Ocho horas para trabajar, ocho horas para dormir y ocho horas para el ocio y la recreación. Hoy en día, la reducción del tiempo de trabajo vuelve a individuo una lucha central en el mundo laboral, especialmente en España, donde el debate ha llegado al ámbito legislativo. Los trabajadores exigen «más tiempo para vivir», mientras que el malestar por la hiperconectividad y el aumento de las bajas laborales por motivos de salud mental se hacen cada vez más evidentes.
Maricruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CCOO, destaca que la jornada laboral ha sido una de las demandas más persistentes del movimiento sindical a lo largo de la historia. El Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo, conmemora una histórica huelga en amparo de las ocho horas de trabajo en Estados Unidos, en 1886, que terminó con la ejecución de los llamados «Mártires de Chicago».
En la actualidad, nos enfrentamos a la hiperconectividad, fruto de la digitalización. El trabajo ya no se queda en la oficina, nos persigue hasta nuestra casa. Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT, señala que la jornada laboral máxima en España es de 40 horas a la semana, aprobada hace cuatro décadas. Sin embargo, el gobierno está trabajando en una ley que reduciría la jornada a 37 horas y media a la semana, una medida que cuenta con el apoyo de los sindicatos y que se está tramitando en el Congreso de los Diputados.
Los sindicatos CCOO y UGT, junto con otras organizaciones minoritarias como CGT, CNT y CSIF, están luchando por una reducción de la jornada laboral en este Primero de Mayo. La incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral ha generado un dificultad social, ya que muchas de ellas tienen que hacer frente a la responsabilidad de los cuidados familiares, lo que dificulta su conciliación entre la vida laboral y personal. Maricruz Vicente señala que esta crisis de cuidados es una de las principales razones por las que se está pidiendo más tiempo para vivir.
María Eugenia Ruiz-Gálvez, del Gabinete Socioeconómico Confederal de CGT, destaca que muchas mujeres tienen que hacer «dobles y triples jornadas», ya que además de trabajar, también tienen que ocuparse de las tareas del hogar y del cuidado de la familia. Fernando Luján señala que la lucha por trabajar menos horas también está presente en la negociación colectiva, donde muchos convenios colectivos ya regulan horarios por debajo de las 40 horas semanales.
Sin embargo, hay sectores más precarios, como el tienda, la hostelería y la construcción, que no se benefician de estas reducciones de jornada y que también se verían afectados por una ley que establezca una jornada máxima de 37 horas y media a la semana. Según el gobierno, esta medida beneficiaría a unos 12 millones de trabajadores. Aunque la reducción de