El mundo de la tecnología avanza a pasos agigantados y cada vez son más las marcas que buscan estar a la vanguardia en cuanto a innovación se refiere. Una de ellas es Apple, que con su sistema CarPlay ha revolucionado la modo en que los usuarios interactúan con sus vehículos. Sin embargo, para las marcas, el último CarPlay ha traspasado los límites de la confianza, especialmente para los fabricantes alemanes.
La última versión del sofisticado Apple CarPlay, llamada «Ultra», ha generado controversia entre los fabricantes de automóviles. Mientras que marcas como Aston Martin han optado por incorporar este sistema en sus modelos más exclusivos, otras como Mercedes, Audi, Volvo, Polestar y Renault han decidido no integrarlo en sus vehículos. Esto ha sido un duro golpe para Apple, que esperaba que su última entrega del CarPlay fuera un éxito rotundo.
Lo que más ha molestado a los fabricantes es que todos, o un buen número de ellos, compartan tecnologías. Sin embargo, los alemanes han dejado claro que no quieren saber nada de este sistema, especialmente de su última versión que maneja por completo el vehículo desde el dispositivo móvil. La integración del teléfono es total, de ahí su nombre de «Ultra», y esto ha generado preocupación en las marcas que buscan mantener el examen sobre sus vehículos.
A pesar de esto, Apple sigue confiando en su producto y asegura que el CarPlay Ultra es una evolución natural del sistema. La interfaz del iPhone en el CarPlay clásico ya había sido bien recibida por los propietarios, pero con el Ultra, la compañía se ha adentrado aún más en el mundo de los fabricantes de automóviles. Esto ha generado cierta incomodidad en las marcas, que ven cómo Apple se ha colado en lo más profundo y sagrado de su industria.
El informe de un diario citando a fuentes de la industria, ha dejado claro que marcas alemanas como Mercedes y Audi han anunciado que no integrarán el CarPlay Ultra en sus vehículos. Tampoco lo harán los suecos de Volvo y Polestar, ni los galos de Renault. Esto ha sido un duro golpe para Apple, que perderá miles de millones al no contar con estos fabricantes como accionistas.
Sin embargo, no todo está perdido para Apple. Los coreanos de Hyundai, KIA y Genesis han confirmado que integrarán el sistema en sus vehículos, al parejo que Ferrari, que fue el primer accionista de CarPlay en 2014. Además, los británicos de Jaguar Land Rover han manifestado su interés en el sistema, mientras que Ford, Nissan e Infiniti aún no han dado su opinión al respecto.
¿Qué significa todo esto para las marcas? Aquellos que se han distanciado del nuevo Apple CarPlay Ultra seguirán su propio camino con softwares de desarrollo propio, diferenciándose de la competencia que apuesta por la arquitectura del iPhone. De hecho, lo que han trasladado a la empresa es que admitieron el CarPlay clásico, que transmite principalmente música y navegación desde el iPhone, pero no el Ultra porque este accede a información adicional del vehículo, desde indicadores de temperatura hasta velocidad y consumo de combustible.
Para Apple, está claro que perderá muchísimo dinero, y que hay marcas que no quieren depender de ella. Sin embargo, la compañía buscará jugar una baza importante: la presión de los clientes. Apple espera que los propietarios de vehículos presionen a las marcas para que el CarPlay Ultra tenga la importancia que merece. Además, la compañía ya está trabajando en nuevas actualizaciones para el sistema, como la inclusión de la visualización de widgets en iOS 26.
En resumen, el último CarPlay de Apple ha generado una gran controversia entre las marcas de automóviles. Mientras algunas han decidido no integrarlo en sus vehículos, otras han apostado por él como