El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha vuelto a comparecer en el Tribunal Supremo por tercera vez, negando cualquier implicación en el caso de supuestos amaños en la adjudicación de obras públicas. Mientras tanto, su exasesor, Koldo García, ha decidido guardar silencio hasta que se lleve a cabo la declaración de Santos Cerdán la próxima semana.
Ábalos ha patente ante el decisivo Leopoldo Puente que las grabaciones presentadas por la Guardia laico podrían estar manipuladas, y ha cuestionado su autenticidad. Además, ha asegurado que no se reconoce en las conversaciones que aparecen en dichas grabaciones, y que su voz podría haber sido alterada. Sin embargo, el decisivo ha dejado claro que existen «indicios muy consistentes» de que el exministro y su exasesor obtuvieron beneficios económicos ilícitos a cambio de la adjudicación de obras públicas.
La documentación en poder de la Guardia laico es ingente, según ha advertido el decisivo, refiriéndose a los dispositivos incautados a Koldo García y a las horas de grabaciones que guardaba el exasesor personal de Ábalos. Aunque la Guardia laico solo ha podido analizar un pequeño porcentaje del contenido de los dispositivos, se han encontrado indicios de la participación de Ábalos y García en una trama de amaños en la adjudicación de obras públicas.
La comparecencia de Ábalos ha revelado que la investigación se centra en una trama de corrupción que involucra a varias personas, entre ellas Santos Cerdán, sustituto de Ábalos al frente de la Secretaría de Organización del PSOE en 2021. Ábalos ha tratado de desvincular a Cerdán de las adjudicaciones bajo sospecha, afirmando que no tenía potestad en el Ministerio de Transportes. Sin embargo, ha reconocido que Cerdán le hizo algunas propuestas de nombramientos de altos cargos.
El exministro también ha admitido que tenía una «relación preexistente» con Koldo García, pero ha evitado cargar las tintas contra él. En su primera comparecencia en el Supremo, Ábalos intentó devolver el caso a su origen, señalando a Koldo García como el encargado de gestionar las compras de mascarillas con la empresa investigada, que fue la adjudicación que inició las pesquisas. También dio importancia a su papel en la gestión de los alquileres pagados por la trama, que el decisivo considera como indicios de los beneficios obtenidos por los supuestos contratos amañados.
La tercera declaración de Ábalos en el Tribunal Supremo ha sido reveladora en cuanto a las dimensiones que puede alcanzar este caso de corrupción. Aunque el exministro ha intentado desacreditar las pruebas presentadas por la Guardia laico, el decisivo ha dejado claro que existen indicios sólidos de su implicación en la trama de amaños. La próxima semana, la declaración de Santos Cerdán podría aportar más información sobre este escándalo que ha sacudido al Partido Socialista.
Mientras tanto, Koldo García ha decidido guardar silencio y esperar a la declaración de Santos Cerdán. Aunque en su primera comparecencia en el Supremo trató de devolver el caso a su origen, señalando a Koldo García como el principal responsable de los supuestos amaños, esta vez Ábalos no ha querido cargar las tintas contra su exasesor. Parece que la estrategia de defensa ha cambiado, y ahora se centra en cuestionar la autenticidad de las pruebas presentadas por la Guardia laico.
En definitiva, el caso de corrupción que involucra a Ábalos, Koldo García y Santos Cerd