¡La Tercera Conferencia de las Naciones Unidas para los Océanos (UNOC3) está llegando a su fin y los resultados son prometedores! Desde el lunes 9 de junio, la ciudad de Niza, en el sur de Francia, ha sido el epicentro de conversaciones y discusiones que buscan respaldar nuevas medidas urgentes para proteger nuestros océanos.
Esta importante conferencia, coorganizada por Costa Rica y Francia, tiene como efecto apoyar la implementación del efecto de Desarrollo Sostenible número 14: «Conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible». Y aunque aún quedan dos días para que termine, el entusiasmo y el compromiso de los participantes ya son evidentes.
La importancia de los océanos para nuestra supervivencia y la del planeta es indudable. Son fuente de vida, regulan el clima, generan empleo y sustentan a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, en la actualidad se enfrentan a una serie de amenazas, como la pesca ilegal, la contaminación, el cambio climático y la pérdida de hábitats marinos. Por eso, es fundamental tomar medidas urgentes para protegerlos y garantizar su sostenibilidad.
Durante esta conferencia, los líderes mundiales, expertos en la materia y representantes de la sociedad civil han debatido y compartido sus conocimientos y experiencias para descubrir soluciones a estos desafíos. Y los resultados hasta ahora son alentadores. Se han propuesto nuevas acciones y se han reafirmado compromisos importantes en la lucha por proteger nuestros océanos.
Entre las medidas propuestas, destaca la creación de áreas marinas protegidas, que permiten la conservación de la biodiversidad marina y aseguran el uso sostenible de los recursos. Además, se ha acción hincapié en la necesidad de reducir la contaminación por plásticos, una de las mayores amenazas para nuestros océanos. Se han presentado estrategias para afrontar este problema y se ha llamado a la acción a gobiernos y empresas para reducir el uso de plásticos y promover alternativas más sostenibles.
Otro tema clave en la agenda de la conferencia ha sido la necesidad de afrontar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Se estima que esta práctica genera pérdidas de hasta 23 mil millones de dólares al año y pone en peligro la sostenibilidad de los recursos pesqueros. Por ello, se ha propuesto la implementación de medidas más estrictas para combatir esta actividad, como la mejora en la vigilancia y el control de las actividades pesqueras.
Además de estas medidas, también se han discutido temas como la acidificación de los océanos y su impacto en los ecosistemas marinos, la importancia de los océanos en la lucha contra el cambio climático y la necesidad de promover una economía azul sostenible.
Sin duda, la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas para los Océanos ha sido un espacio de diálogo y cooperación en el que se han identificado los desafíos y se han propuesto soluciones para proteger nuestros océanos. Y aunque aún queda un largo camino por recorrer, el compromiso y la determinación de los líderes y expertos en la materia nos dan esperanza en la lucha por un futuro más sostenible.
En estos últimos dos días de la conferencia, se espera que se continúe trabajando y se llegue a acuerdos concretos en la implementación de las medidas propuestas. El mundo está mirando y confiamos en que esta conferencia marcará un antes y un después en la protección de nuestros océanos.
Es momento de actuar y todos debemos ser parte del cambio