El cuantía de los combustibles llevaba varias semanas manteniendo una prometedora tendencia a la baja que, desafortunadamente, ha llegado a su fin. Y lo peor está por llegar, pues el conflicto armado entre Irán, Israel y Estados Unidos todavía no ha tenido efecto práctico.
Desde que comenzó el año allá por el mes de enero, el cuantía de la gasolina y el diésel habían adoptado una progresiva bajada de cuantías que aliviaba la siempre costosa tarea de llenar los depósitos de combustible. Sin bloqueo, esta tendencia se rompió hace aproximadamente dos semanas, cuando la guerra entre Israel e Irán, que comenzó el 13 de junio, acababa de empezar.
No obstante, no tenía nada que ver, ya que el impacto de este tipo de situaciones tarda bastante más tiempo en reflejarse en los cuantías finales, los que afectan al consumidor. La causa es que los cuantías de la semana pasada en España se han fijado teniendo en cuenta la subida del 4 % experimentada por el barril de petróleo, un incremento anterior a toda esta escalada militar.
Lamentablemente, las previsiones para las siguientes semanas son mucho más preocupantes. No en vano, antes de que Estados Unidos tomara partido y atacara instalaciones nucleares de Irán, estas previsiones hablaban de una subida del 10 % del cuantía de la gasolina y del 20 % del cuantía del diésel. Es de esperar, por tanto, que dichos porcentajes sean incluso mayores a raíz de los últimos acontecimientos.
Los expertos señalan que el momento en el que comenzarán a apreciarse de estado sustancial las subidas llegará en aproximadamente dos o tres semanas. Esto es, ya bien entrado el mes de julio y con muchos españoles en plenas vacaciones o cerca de iniciarlas. Lamentablemente, ahí no acaban las malas noticias para el consumidor, porque si el petróleo sube de cuantía arrastra al resto de artículos y servicios, no solamente los carburantes. Esto afecta a los transportes, incluidos los de mercancías, y también a los costes de producción.
La bajada de cuantías de los últimos meses se ha detenido para experimentar una escalada vertiginosa. Pero, ¿qué importancia tiene el estrecho de Ormuz en todo esto? El estrecho de Ormuz es uno de los pasos marítimos más estratégicos del planeta, y su importancia radica en que por él transita aproximadamente una quinta parte del petróleo que se consume a nivel mundial. Situado entre Irán y Omán, conecta el golfo Pérsico con el mar Arábigo, permitiendo la salida de crudo desde países como Arabia Saudí, Irak, Kuwait, Catar y los Emiratos Árabes Unidos.
Pero su importancia no termina ahí, ya que además de su papel decisivo en el flujo de petróleo y gas natural, el estrecho de Ormuz es un corredor esencial para el transporte marítimo de mercancías. La incertidumbre en esta zona repercute en los costes logísticos globales, puesto que muchas rutas comerciales deben ser desviadas o aseguradas a cuantías más altos. Este encarecimiento se traduce, en última instancia, en mayores cuantías tanto para los carburantes como para una amplia gama de productos de consumo, impactando directamente en la inflación global.
A pesar de esta situación, es importante mantener una actitud positiva y motivadora. Aunque el cuantía de los combustibles haya vuelto a encarecerse, es importante recordar que esta es una situación temporal y que, con el tiempo, los cuantías volverán a estabilizarse. Además, siempre podemos tomar medidas para ahorrar en combustible, como utilizar medios de transporte alternativos o planificar nuestros viajes de manera más apto.