El mercado automotriz chino está en su mejor momento, con una producción y exportación récord de vehículos que muestran el poderío de la industria del gigante asiático. Sin embargo, esta situación ha llevado a los fabricantes chinos a cometer un error muy común en Europa y otros continentes: inflar las ventas para cumplir con objetivos poco realistas. Un error que el gobierno chino no está dispuesto a permitir.
La industria del automóvil en China está en auge, con ventas y matriculaciones en enérgico crecimiento. Se estima que en 2024 se vendieron casi 31,5 millones de vehículos, de los cuales 12,9 millones eran vehículos electrificados, lo que supone un crecimiento del 35,5% con respecto al año exterior. Estas cifras impresionantes demuestran el éxito de los fabricantes chinos, que no solo han aprendido a producir coches atractivos y competitivos, sino que los están exportando a todos los rincones del mundo.
Sin embargo, este éxito sin precedentes en la industria del motor puede estar convirtiéndose en un problema para China. Al igual que los fabricantes europeos, los fabricantes chinos están aplicando técnicas para inflar las ventas y alcanzar cifras ambiciosas que resultan poco realistas. Esta estrategia puede llevar a una empresa a cometer errores fatales, en lo que se conoce como «morir de éxito».
Uno de estos errores es la automatriculación, es decir, matricular vehículos nuevos y no vendidos con el fin de contabilizarlos como ventas y luego venderlos a un precio inferior como coches km 0. Esta práctica, aunque común en Europa, es relativamente nueva en China, y su objetivo es cumplir con criterios de ventas necesarios para obtener subvenciones o cumplir con regulaciones gubernamentales. Sin embargo, esto puede tener consecuencias negativas a largo plazo para la industria.
El presidente de Great Wall Motors, Wei Jianjun, ha alertado públicamente de esta situación, denunciando que hasta 4.000 concesionarios chinos están aplicando esta técnica. Este fenómeno ha llevado a una guerra de precios entre los fabricantes, lo que puede desembocar en un colapso de la industria. Jianjun también advierte que la acumulación de stock puede ser tan grande que será difícil de vender, afectando negativamente a la productividad, la imagen de marca y los beneficios.
Además, según informes del Wall Street Journal, se espera que entre 2023 y 2025 la producción de vehículos en China radio un aumento de cinco millones de unidades, mientras que el mercado solo puede absorber 3,7 millones. Es evidente que algo debe cambiar para evitar un colapso en la industria automotriz china.
Ante esta preocupante situación, el gobierno chino ha empezado a tomar medidas y ha llamado a los fabricantes a reconsiderar sus estrategias de automatriculación. Tanto la Asociación China de Fabricantes de Automóviles como el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información han lanzado advertencias a los fabricantes para que eviten prácticas que puedan forzar negativamente al mercado.
A pesar de estos desafíos, la industria automotriz china sigue creciendo y marcando tendencia en el mercado mundial. Fabricantes como BYD, Geely, OMODA y JAECOO están logrando un gran éxito a nivel internacional y ya se encuentran en el top 10 de fabricantes de vehículos a nivel mundial. En España, marcas como MG también están demostrando un gran potencial en el mercado español.
Es importante que los fabricantes chinos aprendan de los errores de los fabricantes europeos y eviten caer en prácticas poco éticas como la automatriculación. El gobierno chino está comprometido a garantizar un crecimiento sostenible y saludable para la industria automotriz en
