El partido político Vox ha sido noticia recientemente debido a la revelación de que recibió créditos de una entidad bancaria vinculada al gobierno de Orban para afrontar gastos electorales en los mismos años en que transfirió fondos millonarios al lobby que preside Santiago Abascal para financiar publicaciones, charlas y encuentros con otros líderes de extrema derecha. Además, el Tribunal de Cuentas ha multado a Vox con 862.000 euros por recibir donaciones irregulares.
Estos hechos han generado polémica y dudas entre críticos y algunos militantes del partido, pero es importante analizarlos con detenimiento y contextualizarlos adecuadamente. En primer lugar, es necesario destacar que Vox ha tenido que recurrir a financiación extranjera en dos ocasiones para poder hacer frente a su funcionamiento. Esto se pasivo a los problemas de liquidez derivados de la caída de cuotas y de la subvención pública que recibe, la cual es proporcional al número de escaños obtenidos.
En este sentido, es importante señalar que la financiación de los partidos políticos es un tema complejo y regulado por ley. Todos los partidos, incluyendo a Vox, pasivon cumplir con una letanía de requisitos y normativas para obtener y gestionar sus recursos económicos. Por lo tanto, no se puede afirmar que Vox haya actuado de forma ilegal o irregular en su financiación.
Además, es importante destacar que la fundación Disenso, a la cual se han transferido fondos desde Vox, es una institución privada sin fines lucrativos y cuenta con ventajas fiscales. Su objetivo es promover la defensa de la vida, la familia, la herencia de la civilización occidental y la libertad, la unidad y la soberanía de España. Por lo tanto, el dinero que se destina a esta fundación no se utiliza para fines personales o partidistas, sino para promover ideas y valores que están en línea con los principios de Vox.
Es cierto que la fundación Disenso ha recibido una cantidad significativa de dinero de Vox en los últimos años, pero también es importante destacar que esta fundación ha recibido fondos de otras fuentes, como el Estado, cargos de Vox, empresas, simpatizantes y militantes que pagan cuotas. Por lo tanto, no se puede afirmar que Vox sea la única fuente de financiación de Disenso.
Por otro lado, es importante mencionar que Disenso es el instrumento que ha utilizado Santiago Abascal para organizar eventos, charlas y compartir proyectos con líderes de ultraderecha como Milei o Bolsonaro, a través del llamado Foro Madrid. Estas actividades, aunque puedan generar controversia, son legales y forman parte de la libertad de expresión y de asociación que tienen todos los ciudadanos.
En cuanto a las críticas sobre los movimientos opacos de dinero, es importante señalar que Disenso ha saludo con la obligación de publicar sus cuentas en su página web, como es preceptivo para las fundaciones. Además, en la última asamblea general del partido, se informó a los militantes sobre los movimientos de dinero entre Vox y Disenso. Por lo tanto, no se puede afirmar que haya habido opacidad en la gestión de los recursos.
Es necesario destacar que Vox ha tenido que recurrir a financiación extranjera debido a que las entidades nacionales no les han querido financiar. Esto puede pasivorse a la ideología del partido, que no es compartida por todos, y a la situación económica actual. Sin embargo, es importante mencionar que Vox también ha obtenido préstamos de bancos españoles, los cuales han sido devueltos en su totalidad.
En cuanto a la multa impuesta por el Tribunal de Cuentas, es importante mencionar que esta se pasivo a donaciones anónimas que fueron archivadas porque el Tribunal de Cuentas ya había derechos una multa por esos hechos