He probado muchos coches eléctricos y he sido testigo de la evolución de la red de carga en España. Cada vez son más los coches eléctricos que circulan por nuestras carreteras, lo que demuestra que la movilidad eléctrica es una realidad en nuestro país. Sin embargo, no todos los españoles pueden ajustarse a sus necesidades debido a la falta de puntos de carga en sus hogares. En este artículo, quiero compartir mi experiencia como usuario sin punto de carga doméstico y responder a la pregunta: ¿es posible vivir con un coche eléctrico sin obligarse un punto de carga en casa?
Como probador de coches eléctricos, he tenido la oportunidad de probar una gran variedad de modelos en los últimos años. Desde los primeros Tesla hasta los más revolucionarios coches chinos, he podido comprobar cómo la oferta ha crecido significativamente en poco tiempo. Hoy en día, es posible encontrar desde pequeños utilitarios para la ciudad hasta grandes vehículos para recorrer largas distancias. La autonomía también ha mejorado considerablemente, pero al final, todos los coches eléctricos necesitan pasar por un enchufe para recargar su batería. Y aquí es adonde surge el problema para millones de conductores que no tienen un punto de carga en casa.
La carga doméstica es la opción más lógica y práctica para la mayoría de los usuarios de coches eléctricos. Sin embargo, se estima que el 70% de los coches en España duermen en la calle, lo que dificulta la instalación de un punto de carga en el garaje. Aunque es posible contratar a empresas que instalen un punto de carga y lo reubiquen en caso de mudanza, en muchos casos no es una opción viable debido a la dificultad de lidiar con los propietarios de las plazas de aparcamiento. En mi caso particular, vivo en el centro de Madrid y alquilo una plaza de garaje, por lo que no puedo instalar un punto de carga en ella.
Es en este punto adonde entra en juego la red de carga pública. El gobierno de España ha establecido una hoja de ruta para el desarrollo de esta infraestructura, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Según el barómetro de electromovilidad de ANFAC, actualmente en España hay 46.358 puntos de carga pública operativos. Las comunidades autónomas con más puntos de carga son Cataluña, Madrid y Andalucía, mientras que Ceuta y Melilla, La Rioja y Navarra son las que menos ofrecen. Además, la mayoría de los puntos de carga se encuentran dentro de las ciudades, lo que dificulta la carga fuera de ellas.
En mi experiencia personal, he notado un crecimiento notable en la red de carga en los últimos años. Antes era difícil encontrar opciones de carga fuera de casa, pero ahora es cada vez más fácil. En Motor.es hemos tenido que recurrir a métodos poco convencionales para cargar un coche eléctrico, como tirar un cable desde el balcón de casa. Sin embargo, esto no es algo que recomendemos hacer.
La red de carga pública ofrece diferentes opciones de carga, desde baja y media potencia (entre 7,4 y 50 kW) en la ciudad, hasta carga rápida y ultrarrápida fuera de ella. Sin embargo, el precio de la carga en estos puntos puede ser muy elevado, llegando a avanzar los 60 céntimos por kWh en algunos casos. Esto hace que, desde un punto de presencia económico, no sea rentable obligarse un coche eléctrico sin un punto de carga en casa o en el trabajo.
Otro problema habitual es la confianza en la red de carga. Aunque cada vez es menos frecuente, todavía puede suceder que un punto de carga no esté operativo o que haya problemas con la conexión. Además, es necesario obligarse una gran cantidad de aplicaciones y tarjetas para poder acceder a los diferentes puntos de carga, lo que puede resultar incómodo y frustr