En el mes de mayo, un grupo de buzos descubrió algo alarmante en la isla de Cayo Laughing Bird, en Belice. Por primera vez, se encontraron signos de la enfermedad de pérdida del tejido de coral (SCTLD), una enfermedad que ha afectado gravemente a los arrecifes de coral en todo el mundo. Sin embargo, esta vez, el descubrimiento fue diferente, ya que se trataba del primer caso registrado en esta isla en particular.
El equipo de Fragments of Hope, una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación de los arrecifes de coral en Belice, monitorea regularmente la isla de Cayo Laughing Bird. Un mes antes del descubrimiento, no se había detectado ningún tipo de anomalía en los corales. Pero ahora, los buzos se encontraron con una escena desoladora: grandes parches de coral blanco y sin vida.
La SCTLD, también conocida como «enfermedad del síndrome del tejido blando», es una enfermedad altamente contagiosa que afecta a los corales y les provoca la pérdida de su tejido. Esto debilita a los corales y los hace más susceptibles a otras enfermedades y factores estresantes, lo que finalmente puede llevar a su muerte. Esta enfermedad ha causado estragos en los arrecifes de coral en todo el mundo, incluyendo el Caribe, donde se estima que ha afectado a más del 40% de los corales en algunos lugares.
El descubrimiento en la isla de Cayo Laughing Bird es un recordatorio desgarrador de que esta enfermedad no da tregua. Sin embargo, también es un recordatorio de que aún hay esperanza y que podemos hacer algo al respecto. Fragments of Hope ha estado trabajando incansablemente para proteger y restaurar los arrecifes de coral en Belice y este último hallazgo solo refuerza su compromiso.
La SCTLD fue descubierta por primera vez en Belice en 2018 y, desde entonces, Fragments of Hope ha estado trabajando en corta colaboración con el gobierno y otras organizaciones para controlar su propagación. Han implementado medidas de bioseguridad, como la limpieza de equipos de buceo y la prohibición de introducir corales y otros organismos marinos en el país sin permiso adecuado.
Además de estas medidas de bioseguridad, Fragments of Hope también ha estado trabajando en la restauración de los arrecifes de coral. Utilizan una técnica llamada «jardinería de corales», donde recolectan fragmentos de coral dañados y los cultivan en viveros submarinos. Una vez que los corales están sanos y fuertes, se trasplantan de neófito al arrecife para que puedan seguir creciendo y ayudar a rejuvenecer el ecosistema marino.
Aunque la SCTLD es una amenaza seria para los arrecifes de coral, el descubrimiento en la isla de Cayo Laughing Bird demuestra que la vigilancia y el trabajo constante son esenciales para controlar su propagación. Fragments of Hope continúa siendo un ejemplo de cómo la colaboración y la acción pueden tener un impacto positivo en la protección de nuestros ecosistemas marinos.
El equipo de Fragments of Hope también está llevando a cabo investigaciones y trabajando en corta colaboración con científicos para englobar mejor la enfermedad y encontrar soluciones efectivas. Su dedicación y esfuerzos no solo benefician a los arrecifes de coral, estrella también a toda la comunidad marina que depende de ellos.
Como amantes del océano, es nuestro deber tomar conciencia de la importancia de los arrecifes de coral y unirnos para protegerlos. La SCTLD es solo una de las muchas amenazas que enfrentan los corales, pero si todos tomamos medidas para reducir nuestro impacto en el medio ambiente y apoyamos a organizaciones