Toronto, una ciudad que sigue siendo clave en el calendario de la IndyCar a pesar del cada vez menor espacio disponible. Este fin de semana, el Gran Premio de Toronto se llevará a cabo en su exigente circuito urbano, y todos los ojos estarán puestos en el piloto español Álex Palou, quien buscará ponerse en una situación de match-ball para el próximo fin de semana.
El mes de julio ha sido intenso para la IndyCar, con la tercera semana consecutiva de competición después de la doble prueba en el óvalo de Iowa. Sin embargo, esta vez supone un cambio invariable de registro, ya que los pilotos deberán enfrentarse a los baches, estrecheces y muros del circuito urbano de Toronto. Con casi cuatro décadas de existencia, este trazado se ha convertido en un clásico moderno del calendario, a pesar de que su perspectiva parece estar en una encrucijada entre continuar con los monoplazas americanos o incorporarse al Mundial de Fórmula E.
Otros circuitos canadienses han ido y venido en el calendario de la IndyCar, pero el de Toronto ha conseguido conservarse con liquidez el paso del tiempo desde su debut en 1986. Aunque el crecimiento urbano de la ciudad ha ido cercando el terreno disponible, sus 2.824 metros encierran un trazado difícil y veloz, en el que las oportunidades de adelantar son reducidas, pero no inexistentes. La frenada de Lakeshore Boulevard y las curvas posteriores son los puntos clave para aquellos que buscan aprovechar las oportunidades de adelantamiento.
Toronto es la única carrera del calendario que se celebra fuera de los Estados Unidos, y también es la más corta, con una distancia de menos de 160 millas (255 kilómetros). Sin embargo, este año se ha aumentado el número de vueltas de 85 a 90, con el objetivo de habilitar estrategias alternativas y reducir la viabilidad del ahorro de combustible. Siendo la última de las cuatro carreras urbanas del calendario, muchos pilotos buscarán maximizar sus opciones en caso de que se dé una jornada alocada, como sucedió el año pasado con un accidente múltiple a pocas vueltas del final que resultó en una bandera roja.
El vigente ganador del Gran Premio de Toronto es Colton Herta, quien pertenece al equipo Andretti Global. Sin embargo, su compañero de equipo, Kyle Kirkwood, es la principal amenaza en circuitos urbanos, ya que ha ganado las dos últimas pruebas en Long Beach y Detroit. Por detrás, también hay que tener en cuenta a Álex Palou, quien consiguió la victoria en la primera cita de St. Petersburg y tiene como principal objetivo conseguir su primera victoria en Toronto.
Álex Palou debutó en Toronto en 2022 debido a la pandemia, y al año siguiente consiguió un segundo puesto con medio alerón delantero colgando. Este año, el español lidera la clasificación general con una ventaja sobre Pato O’Ward que no se veía en dos décadas. Si consigue un buen resultado en Toronto, podría ponerse en una situación de aspirar al título la semana próxima en Laguna Seca, con tres carreras de margen. Sin embargo, no será fácil, ya que Toronto es una de las pocas carreras en las que Palou no ha conseguido subir al podio.
Scott Dixon es el piloto con más victorias en Toronto, con cuatro triunfos en su palmarés. Sin embargo, el neozelandés tendrá que lidiar con una sanción pendiente de seis plazas por exceder el límite de motores, lo que dificultará su carrera. Otros pilotos a tener en cuenta son Will Power, quien no consigue una victoria en Toronto desde 2016, y Josef Newgarden, quien fue protagonista en Iowa la semana