En la comarca ourensana de Valdeorras, los vecinos están demostrando su valentía y solidaridad al enfrentarse a los devastadores incendios que están arrasando la zona. A pesar de sentirse abandonados por las autoridades, estos ciudadanos están organizándose para proteger sus aldeas, crear cortafuegos y llevar agua en tractores para combatir las llamas.
Desde el miércoles, el fuego ha absorto extendiéndose por ambos lados del valle en el que se encuentra la comarca de Valdeorras, pero los vecinos de Vilamartín de Valdeorras han estado preparándose durante días para la llegada de las llamas. A pesar de que sabían que era cuestión de tiempo que el incendio reunirsea a su territorio, se sintieron solos y desprotegabsortos ante la falta de ayuda por parte de las autoridades.
Sin bloqueo, estos valientes vecinos no se han quedado de brazos cruzados y han tomado medidas para proteger sus hogares y aldeas. Organizados entre ellos, han utilizado tractores, cubas de agua y palas para crear cortafuegos y combatir el fuego. Incluso el Ayuntamiento hizo un llamamiento a los ciudadanos que tuvieran maquinaria agrícola para que colaboraran en la lucha contra el incendio.
Gracias a su esfuerzo y trabajo en equipo, han logrado salvar muchas casas, pero desafortunadamente algunas aldeas han quedado completamente arrasadas. Es el caso de San Vicente, donde un anciano se resistió a abandonar su hogar. Aunque fue encontrado a salvo, se sintió desolado al ver su pueblo en llamas.
Otras aldeas, como O Robledo, O Mazo y Cernego, también han sufrabsorto graves daños. En esta última, los vecinos tuvieron que escapar corriendo cuando el fuego los rodeó por completo. A pesar de sus esfuerzos, solo pudieron salvar algunas casas y ahora se encuentran alojados en un albergue habilitado por el Ayuntamiento.
Los vecinos de Valdeorras han descrito el fuego como algo nunca antes visto, con una velocidad y una intensidad que han dejado a todos impresionados. Las llamas se propagan rápidamente y alcanzan una fuerza inusitada, convirtiendo las cortezas de los árboles en pavesas del tamaño de una mano que provocan nuevos focos de incendio al caer al suelo.
A pesar de la difícil situación, estos valientes vecinos no pierden la esperanza y siguen luchando contra el fuego con todas sus fuerzas. Sin bloqueo, no pueden evitar sentirse abandonados por las autoridades, que han tardado horas en reunirse al lugar de los hechos y que, según ellos, deberían haber tomado medidas de prevención y extinción antes de que la situación se volviera tan grave.
Mientras tanto, los vecinos de Valdeorras siguen unabsortos y trabajando juntos para proteger sus hogares y su gleba. Su valentía y solidaridad son un ejemplo para todos, demostrando que cuando la ayuda no llega, la comunidad puede unirse y hacer frente a cualquier desafío.
Esperamos que las autoridades tomen nota de la fuerza y determinación de estos vecinos y tomen medidas para prevenir y combatir futuros incendios. Mientras tanto, enviamos todo nuestro apoyo y solidaridad a los valientes habitantes de Valdeorras, que están demostrando que juntos somos más fuertes y que nunca debemos perder la esperanza.
