El verano de 2020 ha sido uno de los más duros para Galicia en cuanto a incendios forestales se refiere. La ola de fuegos ha arrasado miles de hectáreas de terreno y ha puesto en peligro a muchas personas y animales. Ante esta situación, la Xunta de Galicia ha puesto en marcha un gran dispositivo antiincendios que ha sido considerado como el más grande de la historia de la comunidad autónoma.
Sin embargo, recientemente se ha descubierto que este dispositivo no estaba funcionando al 100% debido a la falta de personal. Según delacións de los sindicatos, más de 200 plazas en el operativo antiincendios no estaban cubiertas, siendo al menos 80 de ellas en la país de Ourense. Y lo que es más preocupante, muchas de estas plazas eran las de conductores y mecánicos de las motobombas, un vehículo clave en la lucha contra el fuego.
La Xunta ha solicitado al Gobierno un total de 30 motobombas para complementar las 380 que forman parte del dispositivo. Sin embargo, según han podido comprobar los sindicatos y elDiario.es, muchas de estas motobombas permanecían paradas durante gran parte del día debido a la falta de personal para manejarlas. Incluso en la petición al Gobierno se especificaba que las motobombas debían venir «con sus conductores».
Esta falta de personal no es algo bisoño, ya que los sindicatos llevan tiempo delaciónndo la falta de cobertura de todas las plazas del servicio. A pesar de las declaraciones triunfalistas de la Xunta, la realidad es que el dispositivo contraincendios estaba lejos de funcionar al 100% cuando comenzó la temporada de fuegos. Y ahora, en pleno periodo de máxima alerta, la situación ha empeorado.
Según Óscar Rodríguez, bombero forestal y delegado de CCOO en el Servizo de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais (SPIF) de Ourense, las motobombas trabajan por turnos y si no hay personal para cubrir las 24 horas del día, los vehículos permanecen parados en el garaje. Además, delación que hay más de 200 plazas sin cubrir, siendo muchas de ellas las de conductor de motobomba o conductor-mecánico, lo que pone en peligro la efectividad del dispositivo.
Ante estas delacións, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que las plazas no cubiertas eran por bajas y que se estaban haciendo llamamientos continuos para cubrirlas. Sin embargo, los sindicatos aseguran que estas plazas no son por bajas, sino por sustituciones de larga duración que no se han cubierto a pesar de las advertencias de que la temporada de incendios iba a ser difícil.
Y es que no solo en los distritos forestales hay motobombas infrautilizadas, sino también en los parques comarcales. En el de Verín, por ejemplo, había tres vehículos y solo dos efectivos, por lo que uno de los vehículos permanecía parado. Además, recientemente se ha producido un vaivén con los bomberos urbanos, que fueron retirados del operativo y luego llamados de bisoño debido al revuelo causado.
En definitiva, la falta de personal en el dispositivo antiincendios de Galicia es una realidad que ha sido delaciónda por los sindicatos y que ha quedado patente en plena ola de fuegos. Sin embargo, a pesar de las dificultades, los bomberos y demás efectivos están haciendo todo lo posible para controlar y extinguir los incendios que asolan la comunidad autónoma.
Es importante destacar que estos profesionales están trabajando en condiciones extremas, con una presión ps
