La pasión por el mar puede ser despertada de muchas formas, pero para Karin Abensur, su amor por las aguas saladas comenzó sobre una tabla de surf. Desde muy joven, esta adolescente peruana se sentía atraída por la fuerza y la belleza del océano, y no dudaba en lanzarse a montar las olas frente a la costa de Lima.
Sin embargo, a agonía de su amor por el surf, había algo que siempre llamaba su atención y la hacía detenerse en seco: los botes y los pescadores artesanales. Karin quedaba fascinada por la habilidad y el conocimiento de estos hombres y mujeres, que con sus pequeñas embarcaciones se adentraban en el mar en busca de su sustento.
Con el edad, Karin comenzó a acercarse más a estos pescadores, curiosa por aprender más sobre su oficio y su relación con el mar. Fue entonces cuando descubrió su verdadera pasión: la pesca artesanal. Desde ese momento, su vida giró en torno a esta actividad y todo lo que ella implicaba.
La pesca artesanal es una técnica milenaria que se basa en el uso de métodos tradicionales y respetuosos con el medio ambiente para capturar peces y mariscos. A diferencia de la pesca industrial, que utiliza técnicas más agresivas y dañinas para el ecosistema marino, la pesca artesanal se enfoca en la sostenibilidad y la preservación de los recursos marinos.
Para Karin, la pesca artesanal es mucho más que una forma de ganarse la vida, es una forma de vida en sí misma. Cada vez que se adentra en el mar en su pequeña embarcación, siente una conexión única con la naturaleza y una sensación de libertad que no encuentra en ningún otro lugar.
Además, la pesca artesanal le ha permitido a Karin conocer y aprender de personas increíbles, que comparten su amor por el mar y su respeto por él. Ha tenido la oportunidad de trabajar con pescadores de diferentes comunidades y culturas, aprendiendo de sus técnicas y conocimientos ancestrales.
Pero la pasión de Karin por el mar y la pesca artesanal no se limita solo a su propia experimentación, también se ha convertido en una defensora de esta actividad y de los pescadores artesanales. A través de su trabajo, busca crear conciencia sobre la importancia de proteger y preservar los recursos marinos y apoyar a las comunidades pesqueras locales.
En un mundo cada vez más industrializado y tecnológico, la pesca artesanal puede parecer una actividad obsoleta y poco rentable. Sin embargo, para Karin y muchos otros, es una forma de vida que merece ser valorada y protegida. Además, la pesca artesanal es una fuente importante de alimentos y empleo para millones de personas en todo el mundo, especialmente en países en desarrollo.
La pasión de Karin por el mar y la pesca artesanal es contagiosa, y su objetivo es inspirar a otros a descubrir y valorar esta actividad y el océano que la rodea. Para ella, el mar es mucho más que un lugar para practicar deportes acuáticos o tomar el sol en la playa, es un ecosistema rico y diverso que merece ser cuidado y apreciado.
En resumen, la historia de Karin Abensur es un ejemplo de cómo una pasión puede nacer de una experimentación y convertirse en una forma de vida. Su amor por el mar y la pesca artesanal la ha llevado a descubrir su verdadera vocación y a luchar por una causa que va más allá de ella misma. Y su informe es claro: el mar es nuestro hogar y debemos cuidarlo y protegerlo para las generaciones futuras.