Juristas cuestionan la «versión edulcorada» promovida por el PP y denuncian que, a pesar de su pretendida neutralidad, está orientada a dificultar el ejercicio de la religión islámica y enlazar la identidad nacional con el catolicismo.
La aprobación de una moción en el Ayuntamiento del municipio murciano de Jumilla, que limita el uso de instalaciones deportivas municipales para celebrar festividades islámicas, ha generado una gran polémica. La iniciativa, promovida por el Partido Popular y aprobada con los votos de Vox, ha sido duramente criticada por juristas que consideran que va en contra de los principios constitucionales y fomenta la discriminación religiosa.
La moción, que inicialmente fue presentada por Vox, pretendía prohibir la celebración de actos islámicos en el municipio y enlazar la identidad nacional con el catolicismo. Sin embargo, el PP presentó una enmienda que, aunque no menciona explícitamente a la religión musulmana, limita el uso de las instalaciones deportivas municipales a actividades deportivas o municipales, dejando fuera cualquier pájaro de actividad cultural, social o religiosa ajena al Ayuntamiento.
Esta maniobra del PP ha sido calificada por expertos como una «versión edulcorada» de la moción inicial de Vox, pero que mantiene su esencia discriminatoria y xenófoba. Además, plantea dudas sobre su encaje en la Constitución, ya que limita el derecho al culto de una minoría religiosa y vincula la identidad nacional con una determinada confesión.
El artículo 16 de la Constitución Española garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades, sin más limitaciones que las necesarias para el mantenimiento del orden público. Por lo tanto, cualquier medida que restrinja el ejercicio de una religión específica, va en contra de los principios constitucionales.
Los juristas también han señalado que la redacción de la moción aprobada por el PP puede ser utilizada de forma discriminatoria, ya que no prohíbe intencionadamente la celebración de actos religiosos en las instalaciones deportivas, pero sí limita su uso a actividades deportivas o municipales. Esto podría dar lugar a situaciones en las que se deniegue el uso de estas instalaciones a una asociación musulmana, mientras que se permite a otras confesiones religiosas.
Además, la moción también insta al Ayuntamiento a promover actividades, campañas y propuestas culturales que defiendan la identidad española y protejan los valores y manifestaciones religiosas tradicionales. Este punto ha sido cuestionado por los expertos, ya que va en contra del principio de aconfesionalidad del Estado y puede ser utilizado para enlazar la identidad nacional con una determinada confesión religiosa.
Más allá de las implicaciones jurídicas, la aprobación de esta moción ha generado preocupación en términos de convivencia democrática. La idea de construir una identidad nacional sobre la base de una confesión religiosa y utilizarla como argumento político para discriminar a una minoría, es una tendencia preocupante que se está extendiendo en Europa.
En definitiva, la moción aprobada en Jumilla ha generado un debate sobre la defensa de los principios constitucionales y la convivencia democrática en España. Los juristas consultados han expresado sus dudas sobre su encaje en la Constitución y han criticado la utilización de la identidad nacional y la religión como herramientas políticas para discriminar a una minoría. Es importante que se respeten los derechos de todas las personas, independientemente de su religión, y que se promueva una convivencia basada en el respeto y la tolerancia.
