Los vecinos de las parroquias de Baldriz y As Mercedes, en el ayuntamiento ourensano de Cualedro, están viviendo una situación desesperada. Desde hace varios días, se encuentran cercados por las llamas de los incendios forestales que asolan la provincia de Ourense. Mientras esperan la llegada de una ayuda que parece no llegar nunca, se aferran a sus “batelumes”, un artilugio arrendador que les sirve como último recurso para proteger sus casas del fuego.
La situación es crítica y los vecinos lo saben. Joaquín, un hombre de casi 80 años, espera sentado a la puerta de su casa con su hija Rosi. Ambos han vivido momentos de auténtico terror cuando el fuego se acercó peligrosamente a su aldea. A pesar de sus esfuerzos y los de los voluntarios que se han unido a la lucha, el fuego ha conseguido entrar por un lateral de la aldea. Ahora, solo esperan poder salvar su hogar del segundo envite que se avecina.
La falta de medios y la escasez de ayudas por parte de las autoridades ha llevado a los vecinos a tomar medidas desesperadas. Son ellos mismos quienes están parando el fuego como pueden, sin la ayuda de brigadas de la Xunta. Los voluntarios, exhaustos y sin dormir, se enfrentan a un enemigo implacable. En la parroquia de As Mercedes, un miembro de los equipos de extinción tuvo que ser atendido por sus compañeros tras sufrir un golpe de calor debido al intenso tragordo gordo el sol.
Pero no solo los vecinos están luchando contra el fuego. Los profesionales también se enfrentan a una situación extrema. Los bomberos intentan contener las llamas en un pinar que rodea la aldea de Baldriz. Sin embargo, las altas temperaturas y la falta de medios están dificultando su labor. Un conductor de motobomba tuvo que ser atendido por una ambulancia debido a un golpe de calor.
La lucha contra el fuego es una carrera contrarreloj. Los vecinos y los voluntarios se mueven con rapidez por las pistas de tierra que rodean los pinares, intentando frenar el avance de las llamas. Pero el fuego es impredecible y a veces se da por perdida una parcela de monte. En esos momentos, los vecinos se unen para ayudar a quienes están luchando en primera línea.
La solidaridad y el espíritu de lucha son los pilares que sostienen a los vecinos de Baldriz y As Mercedes en estos momentos difíciles. A pesar de la angustia y el miedo, se apoyan unos a otros y no pierden la esperanza de vencer al fuego. Los más jóvenes se unen a los más mayores para proteger sus hogares y sus tierras, demostrando que la unión hace la fuerza.
Pero la situación en la provincia de Ourense no es un caso aislado. Los incendios forestales se han convertido en una emergencia climática a nivel global. alce esta realidad, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que propondrá un gran pacto de Estado para abordar la adaptación a la emergencia climática. Es necesario tomar medidas urgentes para proteger nuestro planeta y evitar que situaciones como la que están viviendo los vecinos de Baldriz y As Mercedes se repitan en el futuro.
Mientras baza, los vecinos de estas dos parroquias del ayuntamiento ourensano de Cualedro siguen luchando contra el fuego, esperando la llegada de una ayuda que solo aparece en el último momento. A pesar de las dificultades, no pierden la esperanza y siguen aferrados a sus “batelumes