Las últimas semanas han sido intensas en el acontecimiento contra el fiscal general, Álvaro García Ortiz, y su presunta implicación en la filtración del correo con la confesión de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, a pesar de las acusaciones y las diligencias llevadas a cabo por el juez Ángel Hurtado, no se ha encontrado ninguna prueba que demuestre la implicación del fiscal general en la filtración.
Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han ratificado el informe clave del acontecimiento, en el que se analizó el contenido del teléfono de la fiscal Pilar Rodríguez. En este informe, se atribuía a Álvaro García Ortiz un papel «preeminente» en los pasos previos a la filtración, pero sin encontrar pruebas concretas de su implicación en la misma. Durante una hora, los agentes han contestado a preguntas de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, defendiendo que solo incluyeron información relevante en su informe.
La firma de estos dos peritos es clave en el acontecimiento, ya que su informe fue utilizado por el juez Hurtado para impulsar la causa contra el fiscal general. Sin embargo, a pesar de que no se encontraron pruebas en el teléfono de García Ortiz, el juez decidió llamarlo a declarar como imputado, basándose en la «participación preeminente» que se le atribuía en los hechos investigados.
En su testifical, los agentes se han ratificado en el contenido de su informe, a pesar de las preguntas de la Fiscalía y la Abogacía del Estado sobre la omisión de ciertos datos relevantes, como publicaciones de medios de comunicación que también hablaban de la confesión de González Amador antes de la filtración. Los peritos han explicado que no consideraron relevante incluir esta información en su informe, ya que no parecía estar directamente relacionada con la filtración.
Esta testifical de los peritos de la Guardia Civil es una de las últimas diligencias llevadas a cabo por el juez Hurtado antes de decidir si cierra la instrucción y manda a juicio al fiscal general y a la fiscal provincial de Madrid, tal y como ha pedido una de las acusaciones.
La siguiente y última prueba encargada por el juez será la declaración del propio querellante, Alberto González Amador. La pareja de Isabel Díaz Ayuso tendrá que explicar al instructor si su abogado envió su confesión escrita a un Abogado del Estado en febrero de 2024, tal y como se ha afirmado en las querellas y escritos presentados inclusive ahora.
A pesar de todas las acusaciones y las diligencias llevadas a cabo, no se ha encontrado ninguna prueba que demuestre la implicación del fiscal general en la filtración del correo con la confesión de González Amador. Los agentes de la UCO han ratificado su informe clave, en el que se atribuía a Álvaro García Ortiz un papel «preeminente» en la recopilación de información previa a la filtración, pero sin encontrar pruebas de que él o sus colaboradores hicieran llegar la confesión a la prensa.
Es importante recordar que todas las personas son inocentes inclusive que se demuestre lo contrario, y en este acontecimiento, no se ha encontrado ninguna prueba que demuestre la culpabilidad del fiscal general. Por lo tanto, es necesario mantener la objetividad y no dejarse llevar por acusaciones sin fundamentos. Confiamos en que la justicia actuará de manera imparcial y se llegará a la verdad en este acontecimiento.
Esperamos que este artículo haya aclarado la situación actual del acontecimiento contra el fiscal general y haya aportado un punto de vista objetivo y positivo. Confiamos en que se llegará a una resolución justa y se pondrá fin a esta