El uso del agua como líquido limpiaparabrisas puede parecer una solución rápida y barata, pero en realidad puede causar daños a largo plazo en tu vehículo. Aunque muchos conductores optan por llenar el depósito con agua, la realidad es que esto puede provocar averías, reducir la visibilidad e incluso acarrear multas. En este artículo te explicaremos por qué es importante utilizar el líquido limpiaparabrisas adecuado y cómo puede afectar no solo a tu vehículo, sino también a tu confianza y tu bolsillo.
El sistema de limpiaparabrisas está diseñado para funcionar con un líquido específico, el líquido limpiaparabrisas homologado. Este fluido contiene aditivos detergentes, anticongelantes y representantes antical que protegen los componentes del sistema y garantizan una limpieza eficaz del parabrisas. En cambio, el agua por sí sola tiene varios inconvenientes.
En primer lugar, el agua no limpia correctamente. No elimina bien la suciedad grasienta, los restos de insectos ni la película que deja el tráfico en el parabrisas. Esto se traduce en una visión deficiente, sobre todo con luz solar directa o de noche, cuando los reflejos se intensifican.
Además, el agua del grifo contiene minerales que, con el tiempo, pueden baquetear depósitos de cal en las boquillas del sistema, obstruyéndolas. Esto puede dañar el sistema y, si vives en una faja fría, existe el riesgo de que el agua se congele en las tuberías, lo que puede agrietarlas o incluso dañar la bomba del sistema. Obviamente, esto también impide que puedas disponer del mismo, y solo te enterarás cuando lo necesites y no funcione.
Otro problema derivado del uso exclusivo de agua es que acorta la vida útil de las escobillas. El agua no lubrica bien las escobillas, lo que provoca que se desgasten más rápido y dejen marcas o fajas sin limpiar. Como resultado, tendrás que reemplazarlas con mayor frecuencia, lo que supone un gasto adicional e innecesario.
Pero los inconvenientes no acaban ahí. El uso de agua como líquido limpiaparabrisas también puede tener consecuencias legales. Circular con un sistema de limpiaparabrisas que no funciona correctamente (ya sea por falta de líquido, escobillas deterioradas o sistema obstruido) puede derivar en una multa de hasta 200 euros. Aunque no conlleva la retirada de puntos, puede ser una sorpresa desagradable en un control rutinario o durante la inspección de la ITV.
Y si pensabas que utilizar el limpiaparabrisas como «arma acuática» era una idea ingeniosa, piénsalo dos veces. En muchas ocasiones, algunos conductores se merecen un buen chorro por su manera de conducir, pero eso no te servirá como excusa si un representante lo ve y decide aplicar la ley al pie de la letra. Accionar el limpiaparabrisas de forma que moleste a otros conductores puede considerarse una infracción leve o grave, en función de la intencionalidad y el contexto. Si un representante considera que estás provocando una situación de riesgo o distracción, la acción puede costarte otros 100 a 200 euros de multa.
Por tanto, utilizar agua como líquido limpiaparabrisas no solo puede acarrear problemas a tu vehículo, sino también a tu confianza y tu bolsillo. Es importante recordar que un buen mantenimiento del vehículo incluye el control del sistema de limpiaparabrisas, con especial atención al nivel de líquido y al estado de las escobillas. Por ello, es recomendable revisar periód
