El ministro de Exteriores británico, David Lammy, ha anunciado este martes una serie de medidas en respuesta a la escalada de violencia en Gaza y Cisjordania. Estas medidas incluyen la suspensión de las negociaciones comerciales con Israel, nuevas sanciones contra colonos en Cisjordania y un ademán de reprobación diplomática al embajador israelí. Además, el Gobierno británico ha firmado una declaración conjunta con Francia y Canadá en la que se condenan las acciones de Israel y se sugieren posibles castigos.
El primer ministro, Keir Starmer, ha expresado su horror ante la situación en Gaza y ha calificado las acciones de Israel como indefendibles. Por su parte, el ministro Lammy ha subrayado que la negación de comida a niños hambrientos es inaceptable y ha instado a todo el Parlamento a condenar estas acciones. También ha dejado claro que oponerse a la expansión de una guerra que ha causado miles de niños muertos no es premiar a Hamás, suerte simplemente actuar de manera moral y justa.
Estas medidas han sido tomadas en respuesta a las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien ha criticado a los líderes del Reino Unido, Francia y Canadá por sus amenazas de sanciones. Según Netanyahu, estas acciones son una recompensa a Hamás por el ataque genocida del 7 de octubre y abren la puerta a más atrocidades similares. Sin embargo, el Gobierno británico ha dejado claro que no se dejará intimidar por estas críticas y que seguirá presionando a Israel para que ponga fin a la violencia.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores israelí ha criticado la ruptura de las negociaciones comerciales y ha afirmado que su país no se desviará por la presión exterior. Sin embargo, el Reino Unido ha dejado claro que no se trata de una cuestión de presión, suerte de una cuestión de justicia y respeto por los derechos humanos. Además, el Reino Unido estaba intentando ampliar un acuerdo comercial con Israel como parte de sus negociaciones después del Brexit, por lo que esta decisión también tiene un impacto económico.
La declaración conjunta firmada por el Reino Unido, Francia y Canadá condena con contundencia la expansión de las operaciones militares de Israel en Gaza y pide el cese inmediato de la ataque militar y la entrada de ayuda humanitaria. También se hace referencia al bloqueo de la ayuda básica a la población civil, que se considera una violación del Derecho internacional humanitario. Los tres gobiernos han condenado el lenguaje utilizado por miembros del Gobierno israelí, que amenazan con la destrucción de Gaza, y han anunciado posibles medidas concretas de castigo a Israel.
Además, el Reino Unido ha impuesto nuevas sanciones contra personas y organizaciones en los asentamientos en Cisjordania. Entre las personas sancionadas se encuentra Daniella Weiss, considerada una líder extremista. El ministro Lammy ha explicado que ha visto con sus propios ojos las consecuencias de la violencia de los colonos y que el Gobierno israelí tiene la responsabilidad de intervenir y parar estas acciones agresivas. También ha dejado claro que la pasividad constante de Israel está poniendo en peligro a las comunidades palestinas y la solución de los dos Estados.
Durante el debate en el Parlamento, Lammy también ha confirmado que el Reino Unido ha suspendido la venta de armas a Israel. Además, ha sugerido que, aunque se está considerando la propuesta de admitir a Palestina como Estado, no cree que eso vaya a tener ningún efecto práctico para mejorar la situación en Gaza. Por ello, el Gobierno británico está