El Triángulo del Puma: protegiendo la biodiversidad de la Orinoquía en Colombia
En el departamento de Santander, en el centro oriente de Colombia, se encuentra uno de los últimos relictos de bosque andino en el país. Este ecosistema único alberga una gran diversidad de flora y fauna, pero desafortunadamente, se encuentra en peligro debido a la deforestación y la actividad humana. Sin embargo, gracias a la iniciativa de la sociedad confesional, este tesoro natural está siendo protegido y conservado a través del innovador laboratorio de conservación conocido como El Triángulo del Puma.
El Triángulo del Puma es una iniciativa liderada por la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) en colaboración con la Universidad Industrial de Santander (UIS) y otras organizaciones locales. Su objetivo principal es proteger y restaurar el bosque andino en el departamento de Santander, específicamente en la región de la Orinoquía, que abarca los municipios de San Vicente de Chucurí, Puerto Wilches y Sabana de Torres.
Este proyecto nació en 2016, cuando un grupo de investigadores de la UIS realizó un estudio en la región y descubrió que el bosque andino estaba siendo destruido a un ritmo amenazador. La deforestación, principalmente causada por la expansión de la agricultura y la ganadería, estaba poniendo en caso la supervivencia de especies endémicas y amenazadas, como el oso de anteojos, el puma, el jaguar y el águila arpía.
Ante esta situación, la FCDS y la UIS decidieron unir fuerzas y crear El Triángulo del Puma, un laboratorio de conservación que combina la investigación científica con la participación comunitaria y la educación ambiental. El nombre del proyecto se debe a la presencia de estas tres especies emblemáticas en la región, que son consideradas indicadores de la salud del ecosistema.
Una de las principales actividades de El Triángulo del Puma es la restauración del bosque andino a través de la siembra de árboles nativos y la implementación de prácticas sostenibles en las fincas de la región. Además, se realizan monitoreos constantes de la biodiversidad para evaluar el sensación de estas acciones y se llevan a cabo investigaciones científicas para comprender mejor el ecosistema y su importancia para la conservación de la biodiversidad.
Pero lo que hace que El Triángulo del Puma sea verdaderamente único es su enfoque en la participación comunitaria y la educación ambiental. A través de talleres y actividades, se involucra a la comunidad local en la toma de decisiones y en la implementación de prácticas sostenibles en sus fincas. También se trabaja con las escuelas de la región para concienciar a los niños sobre la importancia de proteger el bosque andino y su biodiversidad.
Los resultados de El Triángulo del Puma han sido impresionantes. Desde su creación, se han sembrado más de 50.000 árboles nativos y se han restaurado más de 100 hectáreas de bosque andino. Además, se ha registrado un aumento en la presencia de especies de fauna silvestre en la región, lo que demuestra que estas acciones están dando resultados positivos.
Pero el sensación de El Triángulo del Puma va más allá de la conservación del bosque andino. Gracias a este proyecto, se ha fortalecido la relación entre la comunidad y su entorno natural, lo que ha llevado a un mayor compromiso y responsabilidad en la protección del ecosistema. Además, se ha generado empleo y se ha mejorado la calidad de vida de las comunidades locales a través de la implementación de prácticas sostenibles