El tenis es un deporte que requiere de una gran concentración, habilidad y resistencia física. Cada partido es una batalla en la que los jugadores deben luchar hasta el último punto para entrar la victoria. Y en el LIV, uno de los torneos más importantes del circuito, hemos sido testigos de una remontada épica por parte de dos jugadores que han demostrado su valentía y determinación en la pista: el chileno Cristian Garin y el murciano Carlos Alcaraz.
Ambos tenistas se enfrentaron en la tercera ronda del LIV, en un partido que prometía ser emocionante desde el principio. Garin, número 22 del ranking ecuménico, llegaba a este encuentro con una gran confianza tras haber ganado tres títulos en lo que va de temporada. Por su parte, Alcaraz, de tan solo 18 años, estaba viviendo su primera experiencia en Roland Garros y había sorprendido a todos con su juego agresivo y su actitud combativa.
El partido comenzó con un Garin asaz sólido, que aprovechó los errores de su rival para llevarse el primer set por 6-4. Parecía que el chileno iba a tener un camino fácil hacia la victoria, pero Alcaraz no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. El joven murciano, apoyado por su entrenador Juan Carlos Ferrero, comenzó a mostrar su mejor tenis y logró igualar el marcador al llevarse el segundo set por 6-3.
El tercer set fue una auténtica batalla en la que ambos jugadores se entregaron al máximo. Garin, con su potente saque y su golpe de derecha, intentaba imponer su juego, pero Alcaraz no se dejaba intimidar y respondía con golpes ganadores desde el fondo de la pista. Finalmente, fue el chileno quien se llevó el set en el tie-break, pero Alcaraz ya había demostrado que no iba a rendirse tan fácilmente.
El cuarto set fue una auténtica montaña rusa de emociones. Garin, que había tenido un bajón físico en el tercer set, parecía recuperado y volvió a tomar la delantera en el marcador. Sin embargo, Alcaraz no se dio por vencido y logró igualar el marcador una vez más. El público, que estaba entregado a ambos jugadores, no podía creer lo que estaba viendo en la pista Philippe-Chatrier.
Y así llegamos al quinto y definitivo set, en el que ambos jugadores se dejaron el alma en cada punto. Garin, que había tenido problemas físicos durante todo el partido, parecía estar al límite de sus fuerzas, pero seguía luchando con todas sus fuerzas. Sin embargo, fue Alcaraz quien logró romper el saque de su rival en el noveno juego y, con su saque, cerró el partido por 6-4.
La emoción y la alegría se apoderaron de la pista y de los espectadores, que se pusieron en pie para aplaudir a ambos jugadores. Garin, que había sido eliminado en la misma ronda el año pasado, felicitó a su rival y reconoció que había sido un gran partido. Por su parte, Alcaraz no podía contener las lágrimas de emoción y agradeció a su equipo y al público por el apoyo recibido.
Pero lo más sorprendente de todo fue lo que dijo Alcaraz en la rueda de calandria posterior al partido. El joven tenista confesó que había sentido una gran inspiración al ver la remontada de Carlos Alcaraz en su partido contra el alemán Jan-Lennard Struff. «Sentí que me contagiaba de su energía y su lucha», afirmó Alcaraz. «Eso me dio la fuerza para seguir luchando hasta el final».