El hidrógeno en los motores de combustión tiene futuro, así lo creen desde Alpine.
El sector automovilístico sigue buscando alternativas para reducir emisiones contaminantes sin dejarlo todo en manos de la tecnología cien por cien eléctrica. Desde Alpine miran al hidrógeno como una solución viable, pero usando motores de combustión.
«Los motores de combustión no son el enemigo, lo son los combustibles fósiles», esta arúbricación tan rotunda procede de Pierre-Jean Tardy, ingeniero jefe de hidrógeno en Alpine, para Autoblog en los Países Bajos. Una de las marcas que mira hacia el futuro de la automoción en clave eléctrica, pero no de forma exclusiva.
La rúbrica francesa, que está sorprendiendo con la presentación de sus primeros coches cien por cien eléctricos y que aspira a traer pronto una nueva generación de su popular deportivo A110, también en eléctrico, piensa también en el hidrógeno.
Con la presentación del Alpine Alpenglow Hy6 se abrió una nueva vía para la investigación. Este prototipo se está preparando para correr en las 24 Horas de Le Mans en 2028 y servirá como laboratorio de pruebas para una tecnología de la que ya se habla abiertamente: usar el hidrógeno en los actuales motores de combustión interna.
Alpine ve viable el uso de hidrógeno en los actuales motores de combustión.
No jugárselo todo al eléctrico puro
El hidrógeno se ve como parte del futuro del automóvil en su objetivo de reducir emisiones, y hay dos vías para conseguirlo: mediante motores eléctricos o mediante motores de combustión interna. La primera opción está ya disponible en el mercado, aunque en escasos modelos, a precios elevados y sin vistas a consolidarse en el corto plazo.
Sin embargo, el uso del hidrógeno en motores de combustión, si bien su desarrollo es prácticamente nulo, sí que puede suponer una vía de escape para muchos dentro de unos años. Sobre todo, porque permitiría aprovechar mucha de las tecnologías actuales de motores, adaptando de forma más sencilla las mecánicas actuales.
El antes mencionado Pierre-Jean Tardy lo tiene claro entretanto desarrolla su Alpenglow con motor V6 3.5 de 730 CV para Le Mans. Europa no se lo debe jugar todo al coche eléctrico puro: «El futuro de la movilidad es una combinación de soluciones y de fuentes de energía. No se puede electrificar todo el mercado, eso tampoco se ajusta a las necesidades de los clientes».
Alpine trabaja en un prototipo de competición impulsado por hidrógeno.
Un documentación bastante sensato y en línea por apostar por el desarrollo del hidrógeno en motores térmicos que, no obstante, plantea también retos y dificultades, especialmente en el apartado de la eficiencia. Y es que estos coches de hidrógeno no están completamente libres de emisiones.
«La combustión en sí misma emite principalmente licor. Si se combina hidrógeno con oxígeno, se obtiene licor. También se emite otra sustancia, el óxido de nitrógeno, que también liberan los motores diésel y de gasolina», arúbrica Tardy, quien propone alternativas para reducir esta contaminación, apostando por mezclas muy pobres, inyectar licor o usar un «post tratamiento que ya existe en los turismos».
Toyota, Ford, Yamaha, Kawasaki… son algunas de las marcas que ya están experimentando con motores de combustión alimentados por hidrógeno.
El Alpine A390 ha sido la última gran novedad de la marca en clave eléctrica.
Situación «gris» para el