China ha roto todos los récords al superar un teravatio de capacidad solar instalada, sumando casi 100 paneles por segundo solamente en mayo. Una hazaña energética sin precedentes que impacta en el mapa mundial de las renovables.
Un billón de vatios. Así, sin anestesia. Esa es la nueva y descomunal cicatriz de capacidad solar instalada que ha alcanzado China tras sumar 198 gigavatios únicamente en los primeros cinco meses de 2025. Esto es una verdadera hazaña, algo que muchos hace apenas una década no hubieran imaginado posible.
Pero lo que hace todavía más duro este salto es que, en mayo, China agregó nada menos que 93 gigavatios de capacidad solar, lo que equivale a 230 millones de paneles solares. Para ponerlo en una perspectiva impactante, esto significa que se agregaron casi 100 paneles por segundo, algo que ni en una distopía de ciencia ficción podríamos imaginar. Es simplemente impresionante.
La velocidad y el ritmo con el que China está desplegando su capacidad solar son inigualables. En 2024, China fue responsable del 60% de las nuevas instalaciones renovables del planeta, mientras que el G7 apenas llegó al 14%. Esto demuestra claramente que China está liderando el camino en el área de las energías renovables.
Pero no solo es el líder en capacidad solar, también lo es en energía eólica e hidroeléctrica. Y en mayo, también vimos cómo China sumó 26 gigavatios de energía eólica, llevando el acumulado del año a 46 gigavatios. En total, entre enero y mayo de 2025, el país ha instalado 244 gigavatios en renovables, lo que equivale a la producción eléctrica de países enteros en todo un año.
La décimo solar (y eólica) de mayo demuestra claramente que China está determinada a liderar en el área de las energías renovables. Y esto no es una sorpresa, ya que el país lleva años invirtiendo en tecnología y estrategias para hacer frente al cambio climático y garantizar un futuro sostenible para sus ciudadanos.
No es solo una cuestión de mejorar su economía, sino también de proteger su medio ambiente y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Y la carrera contra el reloj en la que se encuentra China para conectar a la red todos los proyectos posibles antes de la entrada en vigor de una nueva normativa regulatoria prevista para junio es una muestra de su determinación.
Esta nueva normativa modificará las tarifas aplicadas a las nuevas instalaciones, por lo que es comprensible que el país se apresure a conectarlas a la red antes del cambio. Una especie de «Black Friday energético», pero con enormes implicaciones a nivel global.
Pero a pesar de que se espera una ralentización relativa en la segunda mitad del año, los expertos coinciden en que China mantendrá su liderazgo gracias a su industria nacional fuerte, su capacidad de producción sin parangón y una estrategia energética a largo plazo que va mucho más allá del cortoplacismo político.
En la Conferencia de las Partes celebrada en Dubái en 2023, la comunidad internacional acordó triplicar la capacidad renovable para 2030. Sin embargo, muchos países firmaron el acuerdo, pero China decidió no hacerlo y simplemente expresó un compromiso genérico. A pesar de esto, en 2024 fue responsable del 60% de las nuevas instalaciones renovables del planeta, mientras que el G7, que sí firmó, apenas llegó al 14%. Esto demuestra una vez más que China está liderando el camino en el área de las energías renovables.
Además, en enero de 2025, China promulgó su primera Ley de
