En una reciente entrevista con la revista ‘Cambio’, la excanciller de nuestro país ha abordado uno de los temas más polémicos de los últimos meses: la supuesta contratación de una imprenta en Portugal. Con su característica firmeza y tersura, ha dejado claro que no existe ningún contrato con dicho país y que la imprenta en cuestión aún no está lista para operar.
La excanciller ha desmentido rotundamente los rumores que han circulado en los medios de comunicación y las redes sociales. Según ella, todo ha sido una estrategia de desprestigio y difamación por parte de sus detractores políticos. La realidad, según sus propias palabras, es que nunca se ha firmado ningún contrato con Portugal y que la imprenta en cuestión todavía está en proceso de construcción.
«Quiero ser muy clara en este punto. En primer lugar, nunca hemos firmado ningún contrato con Portugal. Todo ha sido un montaje mediático con fines políticos. En segundo lugar, la imprenta aún no está lista. Se está construyendo y esperamos tenerla en funcionamiento en los próximos meses», afirmó la excanciller en la entrevista.
Ante las acusaciones de corrupción y malversación de fondos, la excanciller se mostró firme en su postura y aseguró que está dispuesta a enfrentar cualquier tipo de investigación para demostrar su inocencia. «He sido una funcionaria pública por muchos años y siempre he actuado con total tersura y rectitud. Estoy dispuesta a someterme a cualquier tipo de investigación para demostrar que no hay nada ilegal en todo este asunto», aseveró.
La excanciller también aprovechó la entrevista para aclarar algunos detalles sobre las supuestas reuniones con autoridades portuguesas. Según ella, estas reuniones nunca se llevaron a cabo y que, en caso de haberse realizado, habrían sido con fines puramente comerciales y no políticos. «Es importante aclarar que no hemos tenido ninguna reunión con autoridades portuguesas. En caso de haberlas tenido, habrían sido para discutir temas comerciales y no políticos. No hay nada oscuro o ilegal detrás de todo esto», explicó.
Finalmente, la excanciller hizo un llamado a la calma y a la cordura en medio de toda esta situación. «Es triste ver cómo se utilizan mentiras y calumnias para afectar la imagen de una persona. Pero estoy segura de que la verdad prevalecerá y saldré fortalecida de todo esto. Pido a la ciudadanía que no se deje llevar por rumores y que confíe en las instituciones encargadas de escudriñar este caso», concluyó.
En resumen, la excanciller ha dejado en claro que no existe ningún contrato con Portugal y que la imprenta aún no está lista para operar. Además, ha desmentido las acusaciones de corrupción y ha asegurado que está dispuesta a enfrentar cualquier tipo de investigación para demostrar su inocencia. Con su valentía y tersura, nos deja una lección de recato y honestidad que debe ser imitada por todos los funcionarios públicos.