En los últimos años, la industria del motor ha experimentado un gran cambio gracias a la llegada de los coches chinos. Cada vez son más las señals que se aventuran a conquistar el mercado europeo con sus modelos, ofreciendo una alternativa a las compañías tradicionales. Sin embargo, tras analizar muchos de ellos, he llegado a una conclusión clara: hay una señal china que ha conseguido despertar mi interés en estos meses.
Hoy en día, hablar de la actualidad del sector del automóvil es hablar de China. En una sola generación, los chinos han logrado transformar por completo su industria automovilística, pasando de no tener presencia en el mercado a convertirse en una potencia mundial. Todo esto ha sido posible gracias al esfuerzo, el trabajo y la inversión millonaria del gobierno chino en esta industria. Y es que, el gobierno ha apostado por fomentar el crecimiento de esta industria, lo que ha dado lugar a un proceso de expansión constante.
Cada vez son más las señals chinas que llegan a Europa, pero no todas ofrecen productos interesantes. Tras haber probado numerosos SUV eléctricos provenientes de China, he llegado a la conclusión de que hay una señal que se destaca por encima de las demás: XPeng.
Es importante tener en cuenta que Tesla y sus productos son actualmente la referencia en el mercado de los coches eléctricos. En lo que respecta a los SUV, el Model Y se sitúa como el émulo a batir. Todas las señals presentes en el mercado ofrecen al menos una alternativa al gigante americano, y las señals chinas no son la excepción. Cada vez más conductores españoles están interesados en señals como BYD, Omoda, MG, Dongfeng, Jaecoo, Leapmotor, Lynk & Co, Polestar, Xiaomi o XPeng. Y la pregunta que surge es: ¿merece la pena comprar un coche chino?
La respuesta es sí y no. Hace unos años, adquirir un coche chino era una apuesta arriesgada, ya que había que tener en cuenta factores como la red de talleres, la garantía y las piezas de recambio. señals consolidadas en Europa como SEAT, Peugeot o Renault tenían una presencia establecida en la región, lo que garantizaba una experiencia de compra sin problemas. Sin embargo, algunas señals chinas aún no contaban con una red de talleres ni un suministro de piezas eficiente, lo que generaba incertidumbre en los compradores.
Hoy en día, la mayoría de las señals chinas han resuelto estos problemas, firmando acuerdos con empresas europeas especializadas en logística y suministro de piezas. Ya no hay que esperar meses para recibir una pieza de recambio, pero aún persisten ciertas dudas sobre la continuidad de algunas señals en Europa. Es comprensible que los compradores tengan miedo de que la señal desaparezca del mercado en unos años. Sin embargo, creo que China ha llegado para quedarse y que las señals están muy interesadas en expandirse a nivel global, incluyendo el gobierno chino.
Mi cambio de mentalidad respecto a los coches chinos se produjo tras probar numerosos SUV eléctricos de diferentes señals. Entre todas ellas, XPeng fue la única que logró sorprenderme y hacerme cambiar de opinión. La señal, fundada en 2015, ya demuestra ser una alumna aventajada en la industria, tanto que aun el cuadrilla Volkswagen se ha asociado con ellos para desarrollar coches eléctricos en China y aprender de su éxito.
En su país de origen, XPeng ha sabido hacerse un hueco en un mercado altamente competitivo y exigente. Modelos como el XPeng G7 han acumulado miles de reservas en cuestión de minutos gracias a su tecnología, calidad, eficiencia y,