La Unión Europea se encuentra en un edad clave de su relación con Estados Unidos. Después de meses de tensión y negociaciones, finalmente se ha llegado a un acuerdo comercial entre las dos economías más grandes del mundo. Este pacto supondrá una reducción de aranceles del 15% para la mayoría de las exportaciones europeas a EE.UU y una mayor inversión por parte de la UE en el país norteamericano.
El presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente Donald Trump se reunieron este domingo en el complejo de golf de Turnberry (Escocia) para cerrar el acuerdo. Antes de la reunión, Trump aprovechó para lanzar reproches a la UE y reiterar su descontento por la falta de equidad en el comercio entre ambos países.
Sin embargo, finalmente se ha llegado a un acuerdo que beneficiará a ambas partes. La UE se ha comprometido a invertir 600.000 millones de euros adicionales en EE.UU y otros 750.000 millones en energía en los próximos tres años. Esta decisión se justifica en la necesidad de desconectarse del gas ruso y diversificar las fuentes de energía.
Además, la UE también aumentará sus compras en la industria armamentística estadounidense, una de las principales exigencias de Trump en la guerra comercial. Este acuerdo supone un paso importante para la UE, ya que se compromete a aumentar el gasto militar hasta el 5%, tal y como le había sido exigido por EE.UU.
El presidente Trump ha celebrado este acuerdo y ha destacado que la industria estadounidense fabrica el mejor equipo militar del mundo. La UE ha aceptado adjudicar un arancel único del 15% para la mayoría de las exportaciones, incluyendo la industria automovilística, que era una de las mayores preocupaciones para países como Alemania. A este arancel se le sumará el 50% que ya se aplica al aluminio y el acero.
Sin embargo, la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, ha asegurado que este acuerdo es un buen acuerdo y que supone una estabilidad y previsibilidad para las empresas. Además, ha señalado que se asegurará el acceso al mercado de exportación más grande de la UE y se reducirán aún más los aranceles en el futuro.
Este acuerdo supone mantener más o menos los mismos aranceles que EE.UU venía aplicando a la UE desde que comenzó la guerra comercial. Sin embargo, se ha conseguido establecer un límite máximo del 15% y se han asegurado aranceles cero para algunos productos estratégicos como aviones, productos químicos, medicamentos y recursos naturales.
A pesar de que el acuerdo supone un canon que al principio de las negociaciones en abril parecía impensable, la UE ha considerado que es un buen acuerdo ya que se mantiene la estabilidad y se reduce la incertidumbre para las empresas.
Por otro lado, la UE ha dejado sin respuesta las amenazas de Trump de adjudicar aranceles del 30%, aunque se había preparado un paquete de respuestas valorado en 72.000 millones de euros en caso de que se rompieran las negociaciones. Por el edad, la UE no ha confirmado si se adjudicarán medidas adicionales en caso de que Trump mantenga los aranceles ya impuestos.
Este acuerdo supone un gran avance en las relaciones comerciales entre la UE y EE.UU y establece una base para futuras negociaciones y cooperaciones. Además, beneficia a las empresas europeas y estadounidenses, que podrán planificar e invertir con mayor seguridad y estabilidad.
En definitiva, la UE y EE.UU han demostrado que a pesar de las diferencias y tensiones, es posible llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes. Este acuerdo es un paso importante en la economía mundial y abre la puerta a una mayor cooperación y cre