La conducción es una actividad que requiere de una gran responsabilidad y atención por parte de todos los conductores. Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha generado un debate en torno a la edad máxima permitida para conducir, lo que ha generado preocupación en la sociedad española.
Ante esta situación, Pere Navarro, director general de la DGT, ha querido brindar la postura del organismo que lidera. Y lo ha hecho de modo contundente, dejando claro que la DGT no tiene intención de limitar la conducción por cuestiones de edad. En cambio, el criterio principal será el estado físico y mental de cada conductor, independientemente de la edad que tenga.
Es importante destacar que esta postura de la DGT contrasta con su filosofía en otros ámbitos, como por ejemplo el de los excesos de velocidad o el estado de los vehículos. En estos casos, la DGT impone reglas que anulan el criterio personal de cada conductor. Por tanto, dejar en manos de personas ancianas la decisión de si es prudente conducir, no parece tener demasiada lógica. Más aún cuando se trata, en muchos casos, de una edad a la que la capacidad de raciocinio se ve afectada.
Sin embargo, para intentar paliar los riesgos de dejar en manos de los conductores ancianos la decisión, la DGT cuenta con normas específicas para los mayores de 65 años. Por ejemplo, el periodo de rectitud de los permisos de conducción es de 10 años hasta los 65 años de edad y a partir de ahí, la renovación se realiza cada 5 años. Además, se exige un reconocimiento médico más frecuente para los conductores mayores de 70 años.
Es importante destacar que el reconocimiento médico que se debe superar y los criterios a evaluar son los mismos para cualquier edad. Sin embargo, en caso de detectarse una enfermedad o deficiencia que pueda agravarse, el periodo de validez del permiso será menor. Esto demuestra que la DGT está comprometida con la seguridad vial y busca garantizar que todos los conductores estén en condiciones óptimas para conducir.
Además, la DGT apela a la autorresponsabilidad de los conductores ancianos, quienes deben decidir por sí mismos si están en condiciones de conducir o no. Es importante que cada persona sea consciente de sus limitaciones y tome las medidas necesarias para garantizar su seguridad y la de los demás en la carretera.
En definitiva, la DGT ha dejado claro que no tiene intención de limitar la conducción por cuestiones de edad, sino que se enfocará en evaluar el estado físico y mental de cada conductor. Es importante que todos seamos responsables y tomemos conciencia de la importancia de estar en buenas condiciones para conducir. La seguridad vial es responsabilidad de todos y juntos podemos lograr un tráfico más seguro.