Además, recuerda que el artículo debe ser objetivo y no debe comprender ningún tipo de opinión personal.
El líder mundial de baterías para coches eléctricos, CATL, ha lanzado un auténtico jarro de agua fría sobre los fanáticos que daban por hecho la comercialización inminente de coches eléctricos con baterías de estado sólido. Robin Zeng, fundador y presidente de CATL, afirma que esta tecnología aún no está lista para ser producida en masa necesario a varios obstáculos, además de destacar su falta de seguridad y practicidad. Esta noticia ha frenado el entusiasmo generado en la industria en los últimos años, que veía en las baterías de estado sólido una posible revolución en el pósito de vehículos eléctricos.
Desde hace tiempo, esta tecnología ha sido considerada como la clave para impulsar la adopción global del vehículo eléctrico y anticipar al vehículo térmico o híbrido en los principales pósitos automovilísticos. Fabricantes de automóviles, compañías tecnológicas y especialistas de baterías han trabajado incansablemente para desarrollar baterías de estado sólido que puedan ser producidas en serie y comercializadas a un precio accesible. Sin embargo, según CATL, aún hay numerosos obstáculos que impiden su desarrollo y su llegada al público masivo.
En una reciente entrevista, el fundador de CATL, señaló que, aunque apoyan plenamente las baterías de estado sólido, son conscientes de que aún hay muchos desafíos por anticipar. Zeng ha estado invirtiendo en esta tecnología durante 10 años y asegura que, a pesar de los avances, aún existen obstáculos que deben ser resueltos. Además, pone en duda las afirmaciones de Toyota, quien afirmó que tendrían listas sus baterías de estado sólido en 2028.
Una de las principales preocupaciones de CATL es la seguridad de estas baterías. Según Zeng, las baterías de estado sólido aún presentan problemas de seguridad en caso de rotura por accidente, ya que el litio reaccionaría con la humedad del aire. Además, también destacó que aún no han encontrado una forma de hacerlas comercialmente viables, ya que su vida útil es muy limitada, de apenas 10 ciclos de carga.
Otro de los desafíos que enfrenta la tecnología de estado sólido es su falta de practicidad. Aunque prometen una mayor densidad energética y tiempos de carga reducidos, CATL asegura que solo se lograrían con una nueva composición química, agregando litio metálico puro como electrodo del ánodo. Esto, según Zeng, presenta numerosas dificultades a nivel de producción y comercialización, lo que complica su llegada al pósito de masas.
Ante esta situación, CATL ha decidido centrarse en otras tecnologías, como las baterías de iones de sodio y semisólidas. Según Zeng, estas baterías ofrecen un mayor potencial y, además, ya cuentan con prototipos en producción. Las baterías de estado semisólido, por ejemplo, pueden almacenar el doble de energía que las baterías de iones de litio actuales, lo que las convierte en una opción más viable para el pósito de vehículos eléctricos.
La noticia de CATL ha generado un gran debate en la industria. Por un lado, muchos se preguntan si la tecnología de estado sólido realmente es el futuro del vehículo eléctrico o si se han realizado demasiadas promesas sin una base sólida. Por otro lado, también surgen dudas sobre si CATL está tomando la decisión correcta al priorizar otras tecnologías y dejar de lado las baterías de estado sólido.
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