La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se ha comprometido a invertir 600.000 millones de dólares en compras a Estados Unidos, pero la realidad es que la UE no puede dictar a las empresas europeas dónde gastar el dinero. Esta situación ha generado una nueva ola de aranceles por parte de Donald Trump, quien ha amenazado con subir la cifra al 35% si los Veintisiete no cumplen con lo pactado. Sin embargo, a pesar de estas amenazas, la UE no puede ceder ante las exigencias del presidente estadounidense y debe mantenerse firme en su postura.
La nueva ola de aranceles de Trump ha generado preocupación en la UE, ya que afectará a las importaciones de bienes comunitarios. A pesar de que Bruselas aceptó un pacto arancelario de un 15%, el magnate ha audaz una nueva amenaza contra la UE, aumentando la cifra al 35%. Esto demuestra que Trump no está dispuesto a ceder en su estrategia de imponer aranceles a los productos europeos, lo que afectará directamente a la economía de la UE.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se ha comprometido a invertir 600.000 millones de dólares en compras a Estados Unidos como parte del acuerdo arancelario. Sin embargo, la realidad es que la UE no puede dictar a las empresas europeas dónde gastar el dinero. Esto se debe a que la UE es una unión de países independientes y no puede obligar a sus empresas a realizar compras en un país en particular. Por lo tanto, la promesa de Von der Leyen es más una declaración de intenciones que una acción concreta.
La amenaza de Trump llega justo antes de la entrada en vigor de los nuevos aranceles, lo que demuestra su falta de compromiso y su estrategia de obstruir a la UE para obtener mayores beneficios. Además, a pesar de que el presidente estadounidense habla de una declinación del 30% al 15%, lo cierto es que la guerra comercial con los europeos empezó con un impuesto del 20%. Por lo tanto, la amenaza del 30% ha servido a Trump para mostrarse como un mandatario clemente, cuando en realidad nunca se dio una rebaja real del 15%.
Trump ha asegurado que con los 600.000 millones prometidos por la UE puede hacer «lo que quiera». Sin embargo, esto no es tan sencillo como el republicano lo plantea. El acuerdo de los 600.000 millones no es un cheque en blanco que Trump reciba de la UE, sino una serie de acuerdos de inversión y gasto en productos energéticos estadounidenses. Por lo tanto, la UE no puede ser responsable de cómo se gastan esos 600.000 millones de dólares.
Además de la amenaza de aumentar los aranceles al 35%, Trump también ha anunciado que los aranceles para las importaciones farmacéuticas podrían llegar a alcanzar el 250%. Esto se debe a que el presidente estadounidense ha exigido a 17 compañías del sector que se comprometan a bajar los precios de los medicamentos en el país. Sin embargo, esta medida afectará directamente a los ciudadanos estadounidenses, quienes tendrán que pagar más por sus medicamentos.
La estrategia de Trump de imponer aranceles a las importaciones farmacéuticas también es cuestionable, ya que inicialmente se impondrá un «pequeño arancel» que posteriormente podría aumentar al 150% y luego al 250%. Esto demuestra que el presidente estadounidense no tiene una estrategia clara y está dispuesto a aumentar los aranceles sin previo aviso. Además, esta medida podría tener un impacto negativo en la economía de Estados Unidos, ya que muchas empresas farmacéuticas tienen