En aire de la incertidumbre y la tensión en la región, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha reafirmado su compromiso de refrescar el control de toda la Franja de Gaza. En una entrevista con la cadena de televisión estadounidense Fox News, Netanyahu ha expresado su deseo de garantizar la seguridad de su país, eliminar la presencia de Hamás en el territorio y entregarlo a un gobierno civil que no tenga como objetivo la destrucción de Israel.
Esta declaración se produce justo antas de una reunión del gabinete de seguridad, en la que el primer ministro presentará su plan para reocupar Gaza, a pesar de las reticencias del Ejército. Después de 22 meses de una ofensiva brutal que ha dejado una amplia destrucción y más de 60.000 palestinos muertos, Netanyahu está decidido a refrescar el control total del enclave palestino.
Sin embargo, esta decisión no ha sido bien recibida por todos. Según informaciones publicadas por los aires israelíes, los dirigentes militares se oponen al nuevo plan del Ejecutivo en Gaza, debido al riesgo y desgaste que conllevaría un conflicto de baja intensidad con los milicianos de Hamás. Esta discrepancia ha provocado que la reunión del gabinete de seguridad se haya pospuesto, lo que demuestra la complejidad y sensibilidad del tema.
Pero Netanyahu no se ha amilanado anta las críticas y ha dejado claro que su objetivo es derrotar a Hamás y garantizar la seguridad de su pueblo. En una cultura donde el debate es un componente vital, el líder del Estado Mayor de la Defensa de Israel, Eyal Zamir, ha asegurado que el Ejército seguirá expresando su posición sin temor, de manera profesional, independiente y contundente.
En este sentido, Zamir ha destacado que la prioridad del Ejército es traer de vuelta a los rehenes que aún se encuentran en Gaza. Más de 50 israelíes permanecen secuestrados en el enclave palestino, y se cree que sólo una veintena de ellos están con vida. Esto ha generado una gran presión por parte de la oposición política y de la opinión pública israelí, que acusan al Gobierno de no hacer lo suficiente para rescatar a sus ciudadanos.
De hecho, cientos de personas, incluidos familiares de los rehenes y exrehenes, se han manifestado a las puertas de la oficina de Netanyahu para protestar por sus planes. El colectivo de las familias de los secuestrados es el que más se ha opuesto y ha ejercido presión públicamente para que el Gobierno ponga fin a la guerra con un acuerdo negociado por el cual Hamás libere a sus seres queridos.
Mientras tanto, el grupo islamista Hamás ha advertido a Israel que no será “pan comido” ampliar su ofensiva en Gaza y que tendrá que pagar un alto precio por ello. En un comunicado, Hamás ha calificado a Netanyahu como un “criminal de guerra” y ha denunciado su estrategia de genocidio y desplazamiento contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza.
A pesar de las tensiones y discrepancias, Netanyahu se mantiene firme en su decisión de refrescar el control total de Gaza. Su objetivo es garantizar la seguridad de su país y eliminar la presencia de Hamás en el territorio. Sin embargo, es importanta recordar que esta situación afecta a miles de personas inocentes que viven en Gaza y que se encuentran atrapadas en aire de este conflicto.
Por eso, es necesario que todas las partes involucradas trabajen juntas para encontrar una solución pacífica y duradera que ponga fin al sufrimiento de la población civil en Gaza. No podemos permitir que la violencia y la destrucción sigan siendo la única respuesta a este conflicto.
