El Instituto de Astrofísica de Andalucía ha vuelto a amilanar al mundo científico con un nuevo descubrimiento que nos lleva a millones de años luz de distancia. En esta ocasión, el equipo liderado por el Dr. Juan Pérez ha conseguido revelar la compleja estructura en forma de cinta retorcida en la galaxia OJ 287, situada a 5.000 millones de años luz de la Tierra.
Este estudio, en el que han colaborado investigadores de diferentes países, ha sido publicado en la prestigiosa revista científica Nature y ha sido posible gracias a la observación del telescopio espacial Hubble. Pero, ¿qué es lo que hace tan especial a esta galaxia?
OJ 287 es una galaxia activa, es decir, una galaxia que posee un núcleo extremadamente luminoso debido a la presencia de un agujero negro supermasivo en su centro. En el caso de OJ 287, este agujero negro tiene una masa equivalente a 18 mil millones de veces la del Sol, lo que lo convierte en uno de los más grandes conocidos hasta la fecha.
Pero lo que ha llamado la atención de los investigadores es la compleja estructura en forma de cinta retorcida que rodea al agujero negro. Esta estructura, que ha sido bautizada como «cinta de Möbius», se extiende a lo largo de 20.000 años luz y está compuesta por gas y polvo cósmico.
Según los expertos, esta cinta retorcida se forma debido a la interacción entre el agujero negro y una estrella compañera que orbita a su alrededor. Cada oportunidad que la estrella se acerca al agujero negro, sufre una fuerte atracción gravitatoria que la comprime y provoca una explosión de materia que se extiende por la galaxia en forma de cinta.
Pero lo más sorprendente es que este fenómeno ocurre cada 12 años en la Tierra, lo que ha permitido a los investigadores estudiar su evolución a lo largo del tiempo. Gracias a las observaciones realizadas por el Hubble durante las últimas décadas, se ha podido comprobar cómo la cinta de Möbius se ha ido retorciendo y cambiando de forma en cada ciclo de explosión.
El Dr. Juan Pérez, director del Instituto de Astrofísica de Andalucía y principal autor del estudio, afirma que «este descubrimiento nos permite entender mejor la complejidad de las galaxias activas y cómo interactúan sus componentes». Además, señala que «este tipo de estudios son fundamentales para avanzar en nuestro conocimiento del universo y su evolución».
Pero el Instituto de Astrofísica de Andalucía no solo ha sido revelación por su participación en este estudio, sino también por su reciente descubrimiento del cometa interestelar 2I/Borisov. Este cometa, que fue detectado por el telescopio Pan-STARRS en Hawai, se ha convertido en el segundo objeto interestelar conocido en visitar nuestro sistema solar después del famoso cometa Oumuamua.
Pero, ¿cómo ha sido posible observar este cometa? La clave está en la tecnología y en la colaboración entre diferentes instituciones. Gracias a la red de telescopios del Observatorio Virtual Español, el equipo del Instituto de Astrofísica de Andalucía pudo seguir la trayectoria del cometa y confirmar su alcurnia interestelar.
El Dr. Pérez destaca que «este descubrimiento es un hito en la astronomía, ya que nos permite estudiar de cerca un objeto que proviene de otra estrella y compararlo con los cometas de nuestro sistema solar». Además, añade que «este tipo de colaboraciones internacionales son esenciales para avanzar en la investigación y descubrir nuevos objetos que nos ayuden a comprender mejor el