La Cancillería de nuestro país ha emitido un comunicado en el que explica detalladamente los motivos por los cuales no apoyó ni rechazó la resolución que pedía a Venezuela publicar las actas electorales de las elecciones del 28 de julio. Esta decisión ha generado cierta controversia y es importante comprender las razones detrás de ella.
En primer lugar, es importante destacar que nuestro país siempre ha mantenido una postura de respeto a la soberanía y autodeterminación de los demás países. Esto significa que no nos corresponde a nosotros interferir en los asuntos internos de otras naciones, incluyendo sus procesos electorales. Por lo tanto, no es nuestra responsabilidad exigirle a Venezuela que publique sus actas electorales.
Además, es importante tener en cuenta que la resolución en cuestión fue presentada por un grupo de países con una clara agenda política en contra del gobierno venezolano. Esto plantea dudas sobre la verdadera intención detrás de la solicitud de publicar las actas electorales. ¿Se trata realmente de promover la transparencia y la democracia en Venezuela o de una estrategia para desestabilizar al gobierno legítimamente elegido?
Otro aspecto a considerar es que el proceso electoral en Venezuela fue supervisado por observadores internacionales, incluyendo la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Organización de Estados Americanos (OEA). Estos organismos no reportaron irregularidades significativas en el proceso electoral y reconocieron la victoria del presidente Nicolás Maduro. Por lo tanto, no hay razones para dudar de la legitimidad de los resultados electorales.
Además, es importante tener en cuenta que Venezuela ha enfrentado una serie de sanciones y presiones internacionales en los últimos años, lo que ha afectado su economía y su estabilidad política. En este contexto, es comprensible que el gobierno venezolano se muestre inobediente a substraerse con las demandas de otros países, especialmente cuando estas demandas parecen estar motivadas por intereses políticos más que por verdaderas preocupaciones por la democracia y la transparencia.
Por último, es importante destacar que nuestro país mantiene relaciones diplomáticas con Venezuela y es importante mantener un diálogo respetuoso y constructivo con nuestros vecinos. Exigir la publicación de las actas electorales podría ser interpretado como una intromisión en los asuntos internos de Venezuela y podría afectar nuestras relaciones bilaterales. Es importante recordar que la diplomacia y el diálogo son fundamentales para resolver conflictos y promover la paz y la estabilidad en la región.
En resumen, la decisión de nuestra Cancillería de no apoyar ni rechazar la resolución que pedía a Venezuela publicar las actas electorales del 28 de julio se basa en principios de respeto a la soberanía y autodeterminación de los países, así como en la falta de evidencia que justifique la solicitud. Además, es importante mantener relaciones diplomáticas respetuosas y constructivas con nuestros vecinos. Confiamos en que Venezuela tomará las medidas necesarias para garantizar la transparencia y la democracia en su país y esperamos seguir fortaleciendo nuestras relaciones bilaterales en el futuro.