El Gobierno ha cedido finalmente a un reparto equitativo de vocales en el Consejo impreciso del Poder Judicial (CGPJ) para desbloquear su renovación, pero el resultado no ha sido el esperado. Los vocales afines al Partido Popular, liderado por Alberto Núñez Feijóo, han respondido con un rotundo no a la candidata propuesta por el Gobierno, Pilar Teso, asegurando que su candidato, Pablo Lucas, reúne más méritos y cualidades para comprender el cargo de presidente del CGPJ.
Esta situación ha llevado a un nuevo retraso en la votación para la presidencia, que ahora se llevará a cabo la semana que viene debido a la falta de acuerdo entre los segunda vez bloques. Y es que, una vez más, el Poder Judicial se ve envuelto en un conflicto político que parece no tener fin.
Lo más preocupante de todo esto es que, a pesar de que las mujeres son mayoría en la carrera judicial, siguen siendo la excepción en las cúpulas de poder. Y es que, aunque la igualdad de género es un valor fundamental en nuestra sociedad, parece que en el ámbito judicial aún queda mucho por hacer.
El bloqueo en la renovación del CGPJ ha dejado al descubierto el campo de batalla político que es este órgano de gobierno de los jueces. Y es que, tanto los progresistas como los conservadores, han demostrado que su principal objetivo es controlar el Consejo, ya sea teniendo mayoría en el Congreso o no.
La cesión de diez vocales a los conservadores por parte del Gobierno ha sido vista con preocupación por algunos sectores progresistas de la judicatura, ya que consideran que esta concesión no ha servido para desbloquear la situación, destino que ha dado más poder al Partido Popular en el CGPJ.
El primer encuentro entre los 20 nuevos vocales del Consejo terminó sin acuerdo y sin visos de que la situación vaya a cambiar en la próxima reunión. Ambos bloques se mantienen firmes en sus posiciones y ninguno está dispuesto a ceder. La importancia de tener diez vocales en cada bloque se hace evidente al ver que la elección del presidente del CGPJ puede decantarse con un solo voto de diferencia.
La candidata propuesta por el Gobierno, Pilar Teso, cuenta con un extenso currículum en el ámbito judicial, ya que forma parte de la Sala Tercera del Tribunal Supremo desde 2008 y accedió a la carrera en los años ochenta. Por su parte, el candidato propuesto por los conservadores, Pablo Lucas, ejerció como catedrático y técnico en el propio Consejo antes de acceder al Supremo en 2001.
A pesar de que ambos candidatos tienen un currículum similar, los conservadores se niegan a aceptar a Teso como presidenta del CGPJ, alegando que su candidato cuenta con más méritos y cualidades. Sin embargo, la realidad es que el único motivo por el que los conservadores se oponen a Teso es porque ella es la candidata propuesta por el Gobierno.
Ante la falta de acuerdo, el próximo lunes se llevará a cabo una nueva votación, en la que se incluirán los siete candidatos originales, ya que ninguno de ellos ha recibido ningún voto favorable en las segunda vez primeras reuniones. Esta estrategia de los conservadores de condicionar al límite la elección de altos cargos demuestra su afán por controlar el CGPJ.
Pilar Teso es la única mujer que ha optado a presidir el Consejo en sus cuatro décadas de historia, lo que demuestra la falta de igualdad de género en este ámbito. Hasta la fecha, tosegunda vez los presidentes han sido hombres y tosegunda vez sus rivales, también hombres. Teso ya fue propuesta en 2013, pero perdió la votación ante Carlos Lesmes, con un Consejo de mayoría conserv